En un fallo al menos llamativo, el policía Diego Guzmán Zalazar (29) fue encontrado culpable del asesinado de Lucas Carrasco (22) pero quedó en libertad. A un mes de la sentencia, los jueces fundamentaron su resolución sobre el hecho ocurrido en marzo de 2014.
La decisión de los magistrados llamó la atención ya que no coincidió con lo que había reclamado las partes. En los alegatos, la Fiscalía y la querella sugirieron una pena a 18 años de prisión por homicidio simple con dolo eventual agravado por el uso de arma de fuego y por ocurrir en las inmediaciones de un espectáculo deportivo. La defensa, en cambio, solicitó la absolución.
Lo cierto es que Guzmán fue condenado por homicidio en exceso del cumplimiento del deber. Recibió una pena de 3 años en forma condicional y 7 años de inhabilitación para ejercer cargos públicos.
En un escrito de 139 páginas, los jueces Mauricio Juan, Laura Guajardo y Eduardo Martearena fundamentaron su decisión.
Los magistrados encontraron probado que Carrasco murió tras recibir el impacto de un gas lacrimógeno disparado por la escopeta que portaba el policía Guzmán.
En ese sentido coincidieron que tuvo dolo eventual, es decir, que tenía conocimiento del desenlace fatal que podía tener su accionar. "Por el gran poder vulnerante del arma utilizada, la cantidad de personas que estaban a su alrededor en el callejón, la forma direccionada del disparo, teniendo a su elección otras formas de disparo, haciéndolo a la altura del hombro, lo que haría que, de impactar en alguna persona sería probable que lo hiciese en una zona vital de la estructura corporal como es en la región de la cabeza", escribieron.
Pero para los jueces esta acción estuvo enmarcada en que Guzmán estaba cumpliendo su deber. Tenía órdenes de sus superiores de neutralizar las agresiones que los uniformados estaban recibiendo por parte de los hinchas de Independiente Rivadavia y empleó el arma reglamentaria.
Su exceso estuvo en disparar a una corta distancia, en forma recta, hacia un lugar acotado y donde había muchas personas corriendo. "Provocó un daño superior al que quiso hacer cesar. No aparecía como imprescindible para el éxito de la misión encomendada", agregó el Tribunal.