Fin del debate

Los motivos por los que un jurado popular dejó libre al acusado del crimen de una preceptora

Los 12 ciudadanos que hicieron de jueces por el crimen de Guaymallén de Hilda Elvira Vedia (48) declararon culpable al único sospechoso pero por delitos menores. Lo consideraron partícipe secundario de la tentativa de robo con uso de arma de fuego

El crimen en Guaymallén de la preceptora Hilda Elvira Vedia (48), ocurrido en el marco de un asalto, quedó impune. Los 12 ciudadanos que integraron un jurado popular a lo largo de esta semana consideraron que el único sospechoso del hecho participó del intento de robo pero no tuvo intenciones de cometer el homicidio. Por este motivo, este viernes el único imputado fue liberado.

A principios de esta semana, cuando comenzó el debate, Agustín Tomás Rojos (22) arriesgaba una potencial condena a prisión perpetua. Los fiscales Fernando Guzzo y Claudia Ríos sostenían que si bien no fue quien efectuó el disparo que terminó con la vida de la víctima fatal en julio de 2021, tuvo el mismo grado de responsabilidad al participar de un asalto donde la ultimaron para garantizar la impunidad del hecho. En palabras técnicas, fue coautor de homicidio criminis causa.

En los alegatos, el abogado defensor Martín De Olano pidió la absolución considerando que no había pruebas suficientes para ubicarlo como partícipe del asalto, pese a que se encontraron rastros de ADN de Rojos en una gorra en el teatro de los hechos.

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El jurado popular, en forma unánime, dictó un veredicto intermedio pero que sin lugar a dudas estuvo más cerca de la teoría defensiva. La docena de ciudadanos lo declaró partícipe secundario de tentativa de robo agravado. Este delito es sensiblemente menor en cuanto a su pena y por eso este viernes Agustín Rojos recuperó su libertad tras ser condenado a 3 años de prisión en suspenso.

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Si bien la deliberación es secreta, la calificación legal hace suponer que el jurado popular consideró que el joven tuvo intenciones de ir a robar al domicilio de Elvira Vedia pero se quedó afuera de la propiedad. No fue una de las personas que amenazó a las víctimas y mucho menos la efectuó el disparo.

De esta forma, el crimen en Guaymallén quedó impune ya que no hay más sospechosos identificados en el expediente.

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Crimen en Guaymallén

El 13 de julio de 2021, tres sujetos llegaron a una vivienda ubicada en el barrio Covimet, más precisamente sobre calle Alberti de Rodeo de la Cruz. La idea era ingresar a la propiedad para cometer un asalto. Se cree que los delincuentes iban en busca de frascos de marihuana que habían cosechado hace poco los jóvenes que viven en el domicilio. Sin embargo, la peor parte se la llevó su madre, Elvira Vedia.

La preceptora de 48 años intentó resistir el ataque de los delincuentes pero uno de ellos se subió al portón y desde allí efectuó un disparo que impactó en el tórax de la mujer. Elvira Vedia quedó internada en el Hospital Central y terminó muriendo el 30 de julio siguiente.

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Agustín Rojos y otro sospechoso fueron detenidos el 27 y 24 de julio, respectivamente, tras allanamientos que se realizaron en el barrio Lapalaya, también ubicado en Rodeo de la Cruz. El presunto cómplice de Rojos quedó sobreseído por falta de pruebas meses después y no llegó a la instancia del juicio.