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La privación de la libertad se produjo en la Alameda a mediados de 2014.
Cuando llevaban una cuadra circulando, en la esquina con Maipú, un cuidacoches notó que algo ocurría en el interior del auto y alertó a personal policial que patrullaba la zona. La mujer fue rescatada y Eduardo Chica quedó detenido. Fue imputado por privación ilegítima de la libertad agravada por ser ejercida con violencia y llegó a juicio en libertad. El hombre declaró que en realidad la denunciante le había querido robar con una "punta", aunque la Policía nunca encontró un arma blanca en el procedimiento.
En ese debate, que se desarrolló en dos días de septiembre de 2017, el hombre fue absuelto. El juez Víctor Comeglio -actualmente jubilado- consideró que no se había concretado ningún delito sexual -pese a que la víctima no quiso instar la denuncia por un presunto abuso-, que el hombre sólo ofreció "un transporte de cortesía" y que "quiso disfrutar con ella de un momento de placer sexual".
El magistrado descreyó del testimonio de la víctima ya que los hechos ocurrieron "en el marco de una noche de diversión, alcohol y otros excesos, lo que es una primera señal de alerta que se debe tener muy en cuenta a la hora de valorar la fidelidad y credibilidad de sus dichos".
Nuevo juicio
La fiscal que estuvo a cargo del caso, Laura Rousselle, presentó un recurso para que la Suprema Corte de Justicia revise el fallo absolutorio. La magistrada atacó principalmente la falta de perspectiva de género del juez Comeglio, entre otros argumentos. En agosto de 2021, el máximo Tribunal provincia le dio la razón.
Los ministros José Valerio, Mario Adaro y Omar Palermo esgrimieron que si bien la víctima tenía pequeñas contradicciones en las dos declaraciones que realizó, mantuvo "un relato medularmente sin fisuras". Además, una pericia psicológica determinó que no hay indicios de fabulación. En definitiva, ordenaron que el expediente se ventile en un nuevo debate.
Eduardo Chica, que actualmente lidera un emprendimiento gastronómico, decidió admitir los hechos y pactar una pena con la fiscal. El viernes se realizó el juicio abreviado y fue condenado a 2 años y medio de prisión en suspenso.
Para no ir a la cárcel deberá cumplir ciertas condiciones como no volver a cometer delitos y, en este caso en particular, acreditar la realización de un taller de perspectiva de género y respeto por los derechos de las mujeres, según fuentes judiciales.
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