La defensora oficial Ximena Morales y la fiscal Ríos acordaron una sentencia de 25 años de cárcel bajo la calificación de homicidio agravado por el vínculo. Si bien este delito prevé la única pena de prisión perpetua, en este caso se contemplaron "circunstancias extraordinarias de atenuación" que fueron justamente el estado psicológico de la víctima y del victimario.
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Sucede que Linda Suárez venía enfrentando un grado avanzado de Alzheimer que la tenía prácticamente desconectada de la realidad y en sus momentos de lucidez aseguraba que no quería vivir más, según declararon los testigos en la causa. Óscar Moragas estaba a cargo del cuidado de esposa y se encontraba en estado depresivo al ver cómo desmejoraba día a día, por eso decidió asesinarla y luego intentó quitarse la vida.
La jueza María José Cerdera dictó la sentencia que condenó al hombre oriundo de Chile a 25 años de cárcel, pena máxima para esa calificación legal. Sin embargo, el anciano no irá a la cárcel y quedará alojado en prisión domiciliaria, beneficio al que accedió en las primeras semanas de la investigación.
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El lugar donde ocurrió el crimen en Guaymallén.
Crimen en Guaymallén
En la mañana del 1 de junio pasado, uno de los hijos de matrimonio recibió un mensaje de texto de Óscar Moragas que era prácticamente una despedida. Alertado por la situación, le pidió a su hijo, que vive al lado de los protagonistas de la historia, que se acerque al domicilio ubicado en el barrio Fe y Esperanza, en El Bermejo, para ver qué ocurría.
El joven se encontró con su abuela tirada en la cama con tres heridas de arma blanca en el cuello que le habían quitado la vida. Moragas estaba en el suelo con cortes en sus muñecas y prácticamente inconsciente. Una mesa del lugar estaba prendida fuego.
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Linda Suarez venía atravesando un grado avanzado de Alzheimer y los vecinos aseguraron que el hombre era muy cariñoso con su pareja, la cuidaba y la sacaba a caminar diariamente. Sin embargo, había entrado en depresión al ver cómo empeoraba día a día su esposa.