Jeronimo Paez, ciclista mendocino en la competencia de Red Bull Cerro Abajo de Genova, Italia
Las escalinatas de la ciudad italiana de Génova fueron atravesadas a gran velocidad por el ciclista mendocino.
Foto: Gentileza Jerónimo Páez
Hoy, con más de 400.000 seguidores en Instagram, Jerónimo Páez comparte videos espectaculares de sus descensos en mountain bike, grabados en primera persona, en pistas naturales y en escenarios urbanos que parecen salidos de un videojuego o una película de acción.
Esa doble faceta -competidor e influencer- lo posiciona como un referente único en el ciclismo argentino. No se trata sólo de ganar carreras. Para él, la bici es también un vehículo de comunicación, de inspiración y de conexión con su generación y las nuevas generaciones.
El ciclista que gana podios mientras filma para sus redes
Consciente de la potencia de las redes, el ciclista mendocino planifica cada video, cada toma, cada palabra que dirá durante una bajada. Nada queda librado al azar, aunque la sensación para el espectador sea de pura adrenalina improvisada.
A pesar de los podios y los viajes, Páez no olvida sus raíces. En Mendoza creó la primera escuela de bikers, un espacio en el que transmite a niños y jóvenes las técnicas y valores del deporte que tanto le costó aprender de manera autodidacta.
“No es un lugar para sacar a los chicos a pasear, sino para enseñarles realmente a andar en bici”, subraya.
Jeronimo Paez, ciclista mendocino en la competencia de Red Bull Cerro Abajo de Genova, Italia
Los saltos magistrales de Jerónimo Páez en las competencias de descenso de mountain bike son celebrados en el mundo.
Foto: Gentileza Jerónimo Páez
Hoy, mientras sigue compitiendo en circuitos internacionales, Jerónimo proyecta su futuro con una certeza: quiere vivir de la creación de contenidos. Para él, filmar y editar videos de ciclismo es tan apasionante como subirse a la bicicleta.
“En un futuro me veo dedicado 100% a generar contenido en redes, me encanta hacer videos”, asegura en diálogo con Diario UNO desde Francia, donde se entrenó para competir en Italia hace unas semanas en Italia y en Inglaterra.
Los primeros pedaleos y un "flechazo" con la bici
El primer contacto serio de Jerónimo Páez con la bicicleta llegó a los 9 años, durante un viaje familiar a Villa La Angostura. Allí, junto a su hermano Juan Cruz y su papá, descubrió el descenso en bicicleta al ver un video que lo marcaría para siempre.
“Volvimos a Mendoza y empezamos a andar en Las Vegas y en Potrerillos; nos tiramos con las bicis que teníamos, cascos prestados y un equipamiento muy básico”, recuerda.
Jeronimo Paez, ciclista mendocino en la competencia de Red Bull Cerro Abajo de Genova, Italia
Una de las últimas pistas que atravesó el ciclista mendocino fue en el corazón de Génova, Italia.
Foto: Gentileza Jerónimo Páez
De esos inicios artesanales surgió la decisión de dedicarse a la disciplina del downhill (DH) en el mountain bike (MTB). A los 16 años ya sabía que lo suyo era la bici y no otra cosa. Aunque probó con el hockey -jugó desde los 6 a los 14- y hasta tuvo un breve paso por el rugby, ninguna de esas experiencias le brindaba la adrenalina ni la conexión social que encontraba en el ciclismo.
Embed - El ciclista mendocino Jerónimo Páez en la competencia Red Bull Valparaíso Cerro Abajo 2025
“El descenso me dio muchos más amigos que cualquier otro deporte, incluso siendo individual. Uno va conociendo gente en todas partes del mundo y genera vínculos más cercanos”, considera el ciclista.
La familia como motor ante cada desafío ciclístico
El rol de su familia fue clave. Su papá acompañó cada paso, desde comprar los primeros cascos hasta apoyarlo en competencias de ciclismo. Y con su hermano Juan Cruz compartió largas jornadas de práctica autodidacta, aprendiendo a puro ensayo y error este deporte extremo como lo es el DH del MTB.
“Aprendimos sin instructor, sin guía, sin nada, sólo tirándonos por los cerros”, rememora entre risas el ciclista.
Hoy Juan Cruz se dedica a construir pistas, pero los une el mismo amor por la bici. Aunque Jerónimo pasa gran parte del año fuera de Mendoza por su agenda de competencias y grabaciones, siempre busca momentos para volver a compartir con él alguna bajada.
Entre la resiliencia y la gloria
Definir lo que significa el downhill para Jerónimo no es sencillo. Si bien lo apasiona la velocidad y la adrenalina que genera el descenso en mountain bike, lo que más rescata es el espíritu de resiliencia que este deporte extremo le exige.
“Muchas veces no te va bien en las carreras. Es difícil, hay que estar siempre poniéndole para adelante, buscando soporte para viajar, sponsors para costear bicicletas y equipamiento. Es un camino duro”, reconoce.
Esa perseverancia lo llevó a convertirse, a los 23 años, en el número uno de Argentina en la especialidad de descenso en mountain bike, con títulos como el de campeón Copa Argentina Elite 2019, campeón del Open Shimano Latinoamericano, subcampeón Panamericano Elite y campeón argentino de Enduro.
Embed - El ciclista mendocino Jerónimo Páez en la competencia Red Bull Hardline Cerro Abajo 2025
Tras la pandemia, siguió sumando logros: campeón de DH Urbano en Coquimbo 2024, ganador nuevamente del Open Shimano en Chile y otros podios que consolidaron su prestigio internacional.
Hoy, a los 27, Jerónimo Páez se plantea nuevas metas: “Cada año soy más selectivo con las carreras, compito menos porque estoy enfocado en la creación de contenidos para redes. Pero mi objetivo es hacer podio en alguna carrera urbana de la serie Cerro Abajo”, desea.
Redes sociales: de hobby a trabajo
Si bien al principio los videos fueron una forma de divertirse, con el tiempo se convirtieron en su modo de vida. La viralización lo transformó en influencer y, de manera natural, las redes pasaron a ser su trabajo.
“Me divierto mucho generando contenidos. Aunque es complejo porque implica crear, editar, publicar y responder miles de mensajes, lo hago feliz”, cuenta el ciclista.
Con más de 400 mil seguidores en Instagram, Jerónimo encontró la fórmula para conectar con fanáticos del ciclismo y también con quienes nunca se habían acercado al deporte. Sus descensos en primera persona transmiten vértigo, emoción y belleza paisajística, y abren la puerta a un universo que combina riesgo y creatividad.
Jeronimo Paez, ciclista mendocino en la competencia de Red Bull Cerro Abajo de Genova, Italia
A los 9 años Jerónimo descubrió su amor por la bicicleta y hoy con 27 es una de las figuras internacionales del mountain bike.
Foto: Gentileza Jerónimo Páez
Pero nada es improvisado: planifica cada grabación, define en qué parte del circuito hablar, qué mostrar y qué paisajes aprovechar.
Me divierto mucho generando contenidos. Aunque es complejo porque implica crear, editar, publicar y responder miles de mensajes, lo hago feliz Me divierto mucho generando contenidos. Aunque es complejo porque implica crear, editar, publicar y responder miles de mensajes, lo hago feliz
“Me encanta hacer videos, y en el futuro quiero dedicarme de lleno a eso”, insiste el ciclista.
El placer de viajar sobre dos ruedas
Otra de las grandes satisfacciones que le da la bicicleta es la posibilidad de recorrer el mundo. Gracias al ciclismo, ya compitió en escenarios de película en distintos países, y cada experiencia le deja un aprendizaje nuevo.
“Cada lugar tiene algo especial y pistas diferentes. La gente siempre está con buena onda y dispuesta a compartir una bajada o mostrarte los circuitos locales. Eso me gusta mucho porque me hago amigos y contactos en todo el mundo”, relata mientras prepara las valijas para una nueva aventura ciclística.
Jeronimo Paez, ciclista mendocino que se destaca en descenso en mountain bike
Desde las alturas el mendocino despliega su talento para el downhill (DH) ciclístico.
Foto: Gentileza Gobierno de Mendoza
Es que desde Francia es donde atendió por teléfono a Diario UNO días antes de competir en Italia en el Red Bull Genova Cerro Abajo, una de las citas más desafiantes del calendario internacional.
Allí, como en cada destino, combina entrenamientos con la creación de videos que luego comparten miles de seguidores en las redes.
La escuela de bikers: sembrar en las nuevas generaciones
Más allá de las carreras y la popularidad digital, Jerónimo siente un compromiso especial con la formación de las nuevas generaciones de ciclistas. Hace más de cinco años fundó en Mendoza la primera escuela de bikers en Mendoza con la idea de transmitir lo que él aprendió de manera autodidacta.
“La escuela no es para sacar a los chicos a pasear, sino para enseñarles realmente a andar en bici. Buscamos que aprendan técnica, disciplina y también valores que les sirvan en la vida”, explica.
El proyecto funciona como un semillero en el que se multiplican futuros ciclistas, algunos de los cuales ya empiezan a destacarse en competencias regionales.
La escuela no es para sacar a los chicos a pasear, sino para enseñarles realmente a andar en bici. Buscamos que aprendan técnica, disciplina y también valores que les sirvan en la vida La escuela no es para sacar a los chicos a pasear, sino para enseñarles realmente a andar en bici. Buscamos que aprendan técnica, disciplina y también valores que les sirvan en la vida
Jeronimo Paez, ciclista mendocino en la competencia de Red Bull Cerro Abajo de Genova, Italia
Su destreza en las pistas y en las redes con miles de seguidores hace que Jerónimo tenga muchas marcas que auspicien sus competencias.
Foto: Gentileza Jerónimo Páez
El horizonte de Jerónimo Páez combina varios caminos que se cruzan en un mismo punto: la bici. Competir, viajar, enseñar y crear contenidos para redes son facetas que se alimentan entre sí y que lo mantienen en constante movimiento.
“Mi meta es seguir disfrutando, seguir sumando podios pero también inspirando a más gente con mis videos. Quiero que la bicicleta siga siendo mi forma de vida”, concluye.