Los economistas del IERAL de la Fundación Mediterránea analizaron los motivos que ubican a Mendoza entre las 10 provincias del país que tienen el promedio de sueldos más bajo, incluso por debajo de la media nacional.
Los economistas del IERAL de la Fundación Mediterránea analizaron los motivos que ubican a Mendoza entre las 10 provincias del país que tienen el promedio de sueldos más bajo, incluso por debajo de la media nacional.
Según explicaron en el informe anual de economía del año pasado y las perspectivas para éste, a mediados del 2024 comenzó a verse una mejora salarial en Mendoza -y la perspectiva es de crecimiento para 2025-, pero eso no impidió que terminase en el top ten de salarios mensuales promedios del sector privado registrado más bajos.
El monto tomado como referencia en el informe fue el promedio salarial de septiembre de 2024, fijado en $1.046.545, por debajo de los sueldos medios de otras provincias de Cuyo como San Juan y San Luis; y de la media país, calculada para entonces en $1.297.860.
“Es urgente mejorar la baja productividad laboral que tiene la provincia. Esto, además de ser una enorme restricción para el crecimiento sostenido de la economía de Mendoza, es también la principal razón del bajo nivel de remuneraciones”, consideraron desde el IERAL.
Entre los números que el IERAL aportó para sostener sus conclusiones respecto de la baja en las remuneraciones del sector privado, figura el marcado descenso producido desde 2012 hasta hoy.
El promedio salarial –sin inflación para poder hacer la comparativa año a año- bajó más del 30% en 12 años, porcentaje que supera en más de 10 puntos a la baja promedio que se dio a nivel país.
De la mano, lo que bajó fue la productividad laboral y es en ese punto en el que los economistas hicieron especial hincapié de cara al futuro de Mendoza.
El equipo de economistas liderado por Gustavo Reyes y Jorge A. Day planteó la necesidad de mejorar la productividad laboral en Mendoza y como causales de su caída señaló, por ejemplo, la baja en los indicadores de eficiencia e inversiones agregado.
El IERAL concluyó que esa caída se transformó en una de las causas más importante del estancamiento de la economía mendocina en la última década y que, para avanzar en estos indicadores, es necesario: menos burocracia y trámites, mejores impuestos, más desregulaciones, mayor calidad en las inversiones públicas, menor inseguridad y mejor infraestructura.
3 de cada 10 trabajadores en Mendoza no terminó la escuela
Otro de los puntos clave analizado por el IERAL es la formación del capital humano. En Mendoza, “casi un tercio de sus trabajadores no ha terminado la secundaria afectando lógicamente la productividad laboral promedio de la economía y sus salarios”.
Pero para ello, se necesitará mucho esfuerzo y tiempo, analizaron: “Las últimas pruebas PISA a los estudiantes de la provincia (única prueba posible de ser comparada con otros países del mundo) no fueron alentadoras. Los alumnos de Mendoza demostraron menos habilidades que el promedio de Córdoba, CABA, Chile, Uruguay y México”.
El tercer factor que incide en Mendoza en la baja de productividad laboral y se traduce en menores salarios de sus trabajadores es, según expresaron en el informe del IERAL, la alta litigiosidad en el mercado laboral.
Si bien las causas que ingresan al fuero laboral se han reducido fuertemente entre 2017 y 2023 –según un estudio del Poder Judicial-, desde 2019 volvieron a presentar una tendencia creciente.
De hecho, explican desde el IERAL, para 2024, Mendoza “es una de las provincias con mayor litigiosidad (por trabajador) en ART después de Santa Fe y San Luis”; y en “términos de siniestros laborales, presenta la mayor relación de siniestros por trabajador asegurado”.
El IERAL también analizó, aunque en menor medida, la evolución de los salarios del sector público como un factor clave a la hora de la reducción del gasto en las cuentas provinciales.
“La reducción del gasto público en personal resulta cercana al 50%, basado en un importante ajuste en los salarios” en los últimos 10 años. “De esta forma, las remuneraciones promedio del sector público pasaron de ser ampliamente superiores a las del sector privado, a estar actualmente (información disponible hasta el tercer trimestre del 2024) en niveles similares, a pesar de que el promedio de los empleados públicos trabaja menos horas semanales que el sector privado”, concluyeron los economistas.