La historia de la pequeña Zoe Albornoz se hizo viral en las redes y tuvo amplio seguimiento periodístico, ya que la sociedad mendocina se movilizó para que la niña de cuatro años, que perdió la audición a los dos y tuvo que someterse a un implante coclear, pudiera recuperar los elementos anexos del audífono, perdidos dentro de una mochila en el micro que tomó su mamá el día que fue a votar en las elecciones PASO. Hasta un funcionario de Godoy Cruz ofreció pagarlos, pero este fin de semana un conocido de Zoe, que fue implantado en la misma clínica que Zoe, le cedió en préstamo un cargador de la batería del audífono, por lo que la nena pudo volver a oír y retomar su vida normal.