Las empresas buscan perfiles similares para cubrir sus vacantes.
Deryl McKissack, fundadora y CEO de la firma de construcción McKissack & McKissack, aprendió a detectar rasgos tóxicos en su equipo a lo largo de su carrera. Es por eso que es la más indicada para contar cuáles son los trabajadores que no tienen lugar en las empresas, y por qué.
McKissack, de 63 años, inició su empresa en 1990 con solo $1,000 de sus ahorros y, tras muchos desafíos, logró que su negocio generara $25 millones anuales. Parte de su éxito se debe a su capacidad para elegir personal y armar equipos, por lo que sus consejos sobre esa temática valen oro.
Los tres empleados que no tienen lugar en las empresas
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Personas con poca integridad
Para McKissack, la integridad es fundamental en cualquier empleado. Ella destacó la importancia de poder confiar en su equipo, especialmente en los gerentes que deben reconocer y valorar el trabajo de sus subordinados.
La CEO cuenta que se alarma cuando alguien se atribuye todo el mérito sin reconocer el esfuerzo de su equipo. Esta falta de integridad no solo resultó un problema ético, sino que también genera un ambiente de trabajo poco colaborativo.
Heidi K. Gardner, asesora de liderazgo y miembro distinguido de la Facultad de Derecho de Harvard, coincidió con McKissack en que la integridad resulta crucial. Gardner señaló que apropiarse del trabajo de otros no solo es poco ético, sino que también denota una falta de respeto hacia los colegas.
Empleados difíciles de tratar
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La capacidad de trabajar bien con otros es clave en cualquier equipo. McKissack insistió en la importancia de tener empleados con los que resulta agradable trabajar, ya que esto también afecta la relación con los clientes. Si un jefe no disfruta de la compañía de un empleado, probablemente los clientes tampoco lo harán.
Steve Adcock, un empresario muy exitoso, también subrayó la importancia de una personalidad agradable en el trabajo. Adcock afirmó que una buena personalidad puede ser más valiosa para el éxito profesional que la inteligencia o las credenciales.
Quienes no respetan la ideología de la empresa
El mantra de McKissack para su empresa es "humilde, hambriento, inteligente", una filosofía que adoptó del libro "The Ideal Team Player" de Patrick Lencioni. Este enfoque ayudó a su negocio a formar un equipo comprometido y dedicado a una misión común, más allá de los objetivos inmediatos.
McKissack explicó que la humildad impulsó a su equipo a tomar decisiones por el bien colectivo, mientras que el hambre por el éxito y la inteligencia emocional resultaron claves para construir relaciones sólidas y efectivas.
Es por eso que si quieres conseguir un empleo en una empresa, demuestra que estás interesado en sus valores y que estás dispuesto a trabajar en equipo. Con eso tendrás más posibilidades que tus competidores, y podrás asegurarte un puesto.
