Arqueólogos llegaron al descubrimiento de sorprendentes dibujos que revelan cómo era la vida hace miles de años.
El lugar donde se realizó el descubrimiento.
En las profundidades del Amazonas de Colombia, un tesoro artístico milenario emergió de entre las rocas. Los acantilados de Cerro Azul, en la Serranía de la Lindosa, fueron escenario de un descubrimiento que dejó al mundo de la arqueología sin aliento.
Un equipo de arqueólogos documentó recientemente un extraordinario hallazgo: dibujos extremadamente detallados de cómo era la relación con la naturaleza de los pueblos que vivieron en la zona hace más de 10 mil años.
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Su estudio, publicado en el Journal of Anthropological Archaeology, revela un complejo de 3.223 pinturas que representan la fauna amazónica y figuras humanas en intrincada interacción. Estas obras de arte rupestre, que datan de hace unos 12.500 años, constituyen el registro más antiguo de presencia humana en la Amazonía occidental.
El bestiario pintado en Cerro Azul es diverso y fascinante. Ciervos, aves y tapires comparten el espacio con criaturas más enigmáticas. Los investigadores identificaron al menos 22 especies diferentes, algunas reconocibles al instante, otras que desafían la imaginación moderna.
Curiosamente, la frecuencia con que aparecen ciertos animales en las pinturas no se corresponde con los restos óseos encontrados en excavaciones cercanas, sugiriendo que el arte trascendía la mera representación de presas de caza.
Entre los paneles más impresionantes destaca "El Más Largo", un mural de 40 metros que alberga mil figuras. Los antiguos artistas no solo retrataron escenas de caza y pesca, sino que también plasmaron conceptos más abstractos. Figuras antropomorfas se funden con formas animales, evocando una cosmología rica en simbolismo y magia.
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El profesor Mark Robinson, de la Universidad de Exeter, señala que estas pinturas ofrecen una ventana única a la mentalidad de los primeros pobladores amazónicos. Las imágenes sugieren una profunda conexión espiritual con el entorno natural.
La riqueza pictórica del descubrimiento en Cerro Azul plantea más preguntas que respuestas. ¿Qué significado tenían estas imágenes para sus creadores? ¿Cómo influían en la vida diaria de la comunidad?