En las casi 60 canchas que trabajaron este jueves, sus propietarios destacaron que hubo "una gran demanda y aseguraron que se observó el cumplimiento de los protocolos". Se mostraron contentos por el retorno de la actividad y subrayaron que los campos de juego son de 700 metros cuadrados en los que se mueven hasta 10 jugadores.
El contacto entre jugadores es inevitable y es una de las razones por las que este deporte como otros en los que hay contacto no están autorizados en todo el país, salvo los profesionales, como el fútbol, en el que son mayores los recursos para los controles sanitarios.
El subsecretario Chiapetta dijo que entiende a los dueños de los complejos de fútbol 5 y que está pedida la autorización pero aún no se ha obtenido. También aclaró que no tiene poder de policía ni sancionatorio.
Lo cierto es que el fútbol 5 volvió en Mendoza pese a no estar permitido. Otro tanto ha ocurrido en otros puntos del país. El primer día se desarrolló con tranquilidad y este viernes está previsto que continúe y no se descarta que se sumen más canchas. Por ahora será entre las 16 y las 21, con turno de una hora que salen en promedio $150 por futbolista.
"Abrimos las canchas bajo protesta. Y nuestra forma de protesta es trabajar. Llevamos 7 meses sin ingresos. No confrontamos con el Gobierno, del que queremos ser aliados para cuidar que se cumplan los protocolos", dijo Mauricio Converti, uno de los voceros de Canchas Unidas, agrupación que reúne a cerca de 120 propietarios.