Otro de los grandes argumentos a favor de la existencia de Dios es el "argumento cosmológico", que tiene sus raíces en la filosofía de Aristóteles y fue popularizado por Tomás de Aquino en su Summa Theologica. Según este razonamiento, todo lo que existe tiene una causa, y, si seguimos la cadena de causas hacia atrás, debemos llegar a una causa primera, que no depende de nada más y que, por tanto, es necesaria para la existencia del universo.
Esta causa primera sería Dios, el primer motor inmóvil, el ser que no fue causado por nada y que es responsable de todo lo que existe. Para los defensores de esta idea, este argumento ofrece una explicación coherente y necesaria sobre el origen del universo y la existencia de todo lo que lo habita.
El argumento del mal: ¿Por qué existe el sufrimiento?
Según la filosofía ¿Dios existe (2).jpg
Sin embargo, no todos los filósofos creen que la existencia de Dios es una necesidad lógica. Un importante argumento en contra de la existencia de un ser divino omnipotente y benevolente es el "argumento del mal". Si Dios es todopoderoso, omnisciente y completamente bueno, ¿por qué permite que exista el sufrimiento y el mal en el mundo? Filósofos como Epicuro, David Hume y, más recientemente, Richard Dawkins han utilizado este problema para cuestionar la existencia de un Dios que permita el sufrimiento. Para algunos, la presencia del mal en el mundo sería incompatible con la idea de un ser supremo que lo controla todo.
El agnosticismo y la duda filosófica
Por otro lado, hay filósofos que se han mantenido en una postura agnóstica, es decir, que consideran que no es posible conocer la existencia de Dios de manera racional o empírica.
El agnosticismo, popularizado por figuras como Thomas Huxley, sostiene que la existencia de Dios es una cuestión fuera del alcance de la razón humana, ya sea porque la naturaleza de Dios trasciende la capacidad humana de comprensión, o porque no existen pruebas suficientes para afirmarlo ni negarlo de manera concluyente.
Mientras algunos filósofos argumentan a favor de su existencia mediante razonamientos como los argumentos ontológico, cosmológico y teleológico, otros sostienen que el mal, la falta de evidencia o la incapacidad humana para comprender lo divino dificultan cualquier certeza sobre la cuestión.