Historia

San Martín no cruzó los Andes en un caballo blanco: el mito detrás de la leyenda

La imagen de San Martín cruzando los Andes a caballo blanco es popular, pero no se ajusta a los hechos históricos.

Al pensar en José de San Martín cruzando los Andes, muchos lo imaginan montado sobre un imponente caballo blanco, avanzando firme entre la nieve y el viento.

Es una imagen poderosa, repetida en pinturas, monumentos y hasta en los billetes. Pero la realidad histórica fue muy distinta: San Martín no cruzó los Andes en un caballo blanco.

San Martin caballo

San Martín no cruzó los Andes en un caballo blanco: el mito detrás de la leyenda

Durante el Cruce de los Andes, en enero de 1817, San Martín enfrentó las mismas condiciones extremas que sus soldados: frío extremo, altura, hambre, cansancio y animales muriendo por el camino.

La travesía duró aproximadamente 25 días, con marchas por terrenos empinados, escarcha y riesgo constante de avalanchas. San Martín, además, sufría de úlceras estomacales que lo debilitaban, y a menudo debía viajar en camilla. Su fortaleza no estuvo en la imagen heroica de bronce, sino en la decisión, la estrategia y la humildad.

Según explica El Historiador "San Martín, como el resto de la tropa, cruzó los Andes en burro y en mula porque los caballos no resisten las condiciones de la cordillera."

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Más allá del mito del caballo blanco de San Martin

Aunque la imagen del caballo blanco haya perdurado en estatuas y obras de arte, lo verdaderamente importante del Cruce de los Andes no fue su estética, sino su impacto. San Martín lideró una de las campañas militares más complejas de la historia americana y cambió el destino de tres países: Argentina, Chile y Perú.

Recordarlo como un estratega brillante y humano nos acerca más a la verdad, y a una figura que inspiró no solo por su mando, sino por su entrega y visión de libertad.

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