Si tenés una cortina de baño vieja a punto de ir a la basura, pensalo dos veces antes de tirarla. Aunque no lo parezca, este elemento puede convertirse en un verdadero tesoro doméstico gracias a su resistencia al agua, su flexibilidad y su facilidad para limpiarse.
Según el reciclaje sustentable y la economía circular, reutilizar objetos de plástico o vinilo como las cortinas de baño ayuda a reducir residuos y darles una segunda vida útil dentro del hogar.
Lo cierto es que las cortinas de baño ya poco se usan porque dado que se llenan de hongos y olor a humedad, la gente las reemplaza por vidrios o mamparas. Si es tu caso o simplemente toco renovarla, presta atención a que uso darle sin desecharla.
Si tu cortina de baño ya está vieja o rota, no la tires, reutilízala.
Las cortinas de baño suelen estar hechas de PVC, vinilo o poliéster impermeable, materiales duraderos que pueden tener múltiples usos. Lejos de ser un simple desecho, su textura plástica permite proteger superficies, crear forros resistentes o incluso transformarse en artículos decorativos. Todos los detalles para su nueva transformación.
Reciclaje: cómo convertir la cortina de baño en un tesoro para la casa
Una de las formas más ingeniosas de reciclar una cortina de baño vieja es transformarla en un mantel impermeable o protector para trabajos del hogar. Para ello solo necesitás limpiarla bien, recortarla al tamaño deseado y darle un pequeño dobladillo o borde con cinta adhesiva decorativa.
Podés usarla como:
Transforma esa cortina de baño en objetos que puedas usar en casa, como manteles o cobertores.
- Mantel para picnics o patios, resistente al agua y fácil de limpiar.
- Protector para mesas o pisos cuando pintás o hacés manualidades.
- Forro para muebles de jardín, ideal para protegerlos de la humedad.
- Cubre ropa o funda para guardar prendas, evitando que se ensucien.
Además, si la cortina tiene un diseño atractivo, también puede convertirse en una loneta para actividades al aire libre, o incluso en una funda de picnic para llevar en el auto.
En este sentido, reutilizar una cortina de baño no solo te ahorra dinero, sino que también reduce el impacto ambiental. Cada año se descartan toneladas de plásticos domésticos que podrían tener una segunda vida útil si se aprovechan con creatividad. Y ni hablar de que al renovarlas constantemente no pierdes tiempo quitándoles la humedad y el hongo.





