un clavo saca a otro clavo (1)
Un clavo saca a otro clavo es una frase muy escuchada en cualquier ámbito de la vida. Hoy te contamos el significado y el origen.
Una frase vale más que mil palabras, de hecho, uno se considera que es bueno, principalmente si está bien usado y si es oportuno. Pero muchas veces esto no es propiedad exclusiva de la cultura argentina, los orientales también tienen sus refranes, los árabes y judíos, los pueblos mediterráneos.
Qué significa la frase "un clavo saca a otro clavo"
Este dicho se mantiene vigente en gran parte de Hispanoamérica, y suele emplearse para hablar de cómo una nueva experiencia, persona o situación puede ayudar a olvidar una anterior. Su fuerza radica en la comparación sencilla: así como un clavo puede empujar a otro que está incrustado en la madera, una vivencia nueva puede reemplazar la que ya no queremos tener presente.
En el uso popular, la frase se aplica sobre todo en el terreno amoroso. ¿Quién no conoce a alguien que ha iniciado un romance inmediatamente después de que lo dejaran o de haber roto una relación? O quizás lo haya vivido en carne propia. Se trata de algo tan común, que hasta existe una frase para ello: un clavo saca a otro clavo.
Se dice cuando alguien atraviesa una ruptura y encuentra en otra relación la manera de superar la anterior. Sin embargo, el sentido no es exclusivo del amor porque también puede referirse a cualquier situación de la vida donde algo nuevo ayuda a desplazar lo viejo, ya sea una costumbre, un problema o una preocupación.
mujer buscando otra pareja luego de separarse
La expresión viene de un proverbio grecolatino, que utilizaron filósofos tan notables como Aristóteles y Cicerón, en el sentido de “un nuevo amor saca al viejo amor, como un clavo a otro”.
Es decir, la frase simboliza el poder de lo novedoso, de lo nuevo para desbancar u olvidar lo anterior, funcionando como un consejo práctico para salir adelante frente a pérdidas o dificultades.
El origen del refrán
El origen de la frase se remonta a un proverbio grecolatino, citado por autores de la talla Aristóteles, que lo empleó en su obra Política (1314 a. C.), y Marco Tulio Cicerón, que utilizó esta expresión en las Disputaciones Tusculanas (44 a. C.), al referirse a las penas originadas por el mal de amor, en los siguientes términos: “Novo amore, veteram amorem, tamquam clavo clavum, eficiendum putant” (el nuevo amor saca al viejo amor, como un clavo a otro). O sea, para referirse a las penas de amor, aunque también puede aplicarse a una situación conflictiva, en que la aparición de un nuevo problema hace olvidarse del primero.
Gracias a la transmisión oral, el dicho sobrevivió durante siglos y se integró en la sabiduría popular, hasta convertirse en una de las frases más conocidas del idioma.