En este sentido, uno de los gestos más habituales es cruzar los dedos de la mano entre sí en determinada situación. Por ejemplo, cuando hablamos con alguien, cuando estamos en una entrevista o en un momento de tensión.
gesto de entrelazar los dedos (1)
Entrelazar los dedos a cada rato no es una casualidad. La psicología tiene varios análisis sobre ese gesto tan repetido
Entrecruzar los dedos: qué significa este gesto
A la hora de hablar con los demás, no somos del todo conscientes de la importancia de nuestro lenguaje corporal y el peso de nuestra comunicación no verbal dentro de la conversación. Cuando hablamos, generamos gestos, expresiones, modulaciones, posturas y miradas que transmiten un mensaje.
De acuerdo con el blog "No verbal", nuestras manos expresan mucho porque para quien sabe del tema, este comportamiento da a entender una serie de comprensiones, como espera, incomodidad o concentración y otras tales como:
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Este gesto es un reflejo de autoridad: quienes entrelazan los dedos con firmeza, colocando las manos sobre una mesa o frente al cuerpo, suelen proyectar una imagen de poder y seguridad. Muchas figuras de liderazgo adoptan esta postura en reuniones o conversaciones importantes.
Es una manifestación de ansiedad: cuando los dedos se entrelazan con fuerza excesiva o se acompañan de movimientos repetitivos, puede ser una descarga de tensión. Es común en personas que atraviesan situaciones estresantes o que esperan una respuesta crucial.
gesto de entrelazar los dedos (2)
Entrelazar los dedos es reflejo de una actitud autoritaria, ansiosa o negativa.
Actitud negativa o defensiva: en algunos casos, mantener los dedos entrelazados y las manos apretadas contra el cuerpo es una señal de resistencia, incomodidad o desacuerdo frente a lo que está sucediendo.
Sin embargo, para la psicología del comportamiento es necesario que no se interprete este gesto de manera aislada. El entrelazado de dedos cobra significado según el entorno y la combinación con otras expresiones corporales. Por ejemplo, si se acompaña de una sonrisa genuina, puede denotar simple concentración; en cambio, junto a una mirada rígida o un ceño fruncido, es probable que indique tensión o desacuerdo.
Comprender la comunicación no verbal no solo sirve para interpretar a los demás, sino también para reconocer nuestras propias emociones. Si notas que sueles entrelazar los dedos en exceso, podría ser una señal de que estás acumulando estrés o adoptando una postura demasiado rígida ante los demás.