La cebolla contiene proteínas, potasio, vitamina C y otros nutrientes menos conocidos como los flavonoides, los cuales están asociados a la prevención del envejecimiento y al cuidado de las células humanas.
Aunque no lo creas, la cebolla no solo es beneficiosa para nuestra alimentación, sino que también puede curar enfermedades y problemas de salud más serios.
Por ejemplo, el sitio web El canal de la Salud asegura que cuando cortamos una cebolla, automáticamente el ambiente se vuelve más húmedo. Esta modificación ambiental es ideal para quienes están congestionados. Si tienes moco, se aconseja trocear una cebolla y ponerla en un plato próximo a tu cuerpo, y de esta manera el moco se volverá más fluído.
Cuando vamos a dormir, lo mejor es colocar una rodaja de cebolla en la media, haciendo contacto con la piel del pie. De esta manera la cebolla nos ayudará a combatir ciertas infecciones, ya que su tacto funciona como una suerte de antibiótico de origen natural.
El sitio web Mejor con Salud asegura que los pies poseen una serie de terminaciones nerviosas conectadas con otras partes del organismo. Al colocar una cebolla en nuestros pies conseguiremos que sus nutrientes eliminen bacterias y gérmenes.
Lo ideal es colocar los trozos de cebolla en el arco de la planta del pie, para que los meridianos puedan absorber los nutrientes de esta verdura. Obviamente, al día siguiente deberemos deshacernos de los trozos de cebolla y lavarnos bien los pies.
En caso de que no te convenza la idea de poner un trozo de cebolla en los pies, puedes preparar un té o jugo. Para ello, necesitarás mezclar en una olla a fuego medio el jugo de una cebolla y el de un limón, añadir 2 cucharadas de miel y tomarlo todo caliente.