El jazmín, conocido por su aroma intenso y delicadas flores blancas, es una de las plantas más populares en jardines y patios. Sin embargo, muchas personas no saben que atar sus ramas mientras está en crecimiento es un paso fundamental para garantizar su desarrollo saludable y floración abundante.
De acuerdo con el jardín botánico de Valencia, el nombre científico es Jasminum polyanthum. Se lo conoce comúnmente como jazmín y pertenece a la familia de OLEACEAE. Se trata de una planta trepadora con largas ramas de tallos finos, flexibles y volubles, que no disponen de zarcillos, pero que se enrollan con mucha facilidad. Lo cierto es que hay muchas variedades de esta planta, por eso es necesario conocer cuál es cuál para poder asegurar un buen cuidado según las necesidades específicas. Entre ellas se destacan:
- Jazmín del Cabo (Gardenia augusta)
- Jazmín del Paraguay (Brunfelsia australis)
- Jazmín amarillo (Jasminum humile ‘Revolutum’)
- Jazmín de leche (Trachelospermum jasminoides)
- Jazmín chino (Jasminum polyanthum)
- Jazmín de Madagascar (Stephanotis floribunda)
- Jazmín del país (Jasminum officinale)
- Jazmín azórico (Jasminum azoricum)
En este sentido, de acuerdo con el tipo de jazmín que tengas en tu jardín, deberás atar sus ramas con una cinta para que tenga un buen desarrollo y crecimiento.
Por qué se recomienda atar las ramas del jazmín
Durante la etapa de crecimiento, las ramas del jazmín son flexibles y tienden a expandirse en distintas direcciones. Atarlas cumple varias funciones:
Es un soporte estructural: evita que las ramas se rompan por su propio peso o por el viento, protegiendo la planta de daños.
Le da dirección al crecimiento: permite guiar las ramas hacia donde queremos que crezcan, ya sea en un enrejado, pérgola o cerca de una pared, logrando un aspecto más ordenado y estético.
Mejora la circulación de aire y luz: al separar y sostener las ramas, se evita que se amontonen, reduciendo el riesgo de hongos y plagas y favoreciendo la fotosíntesis.
Genera una floración más abundante: las ramas bien sujetas permiten que la planta concentre energía en producir flores en lugar de luchar contra la gravedad o enredarse sobre sí misma.
Para atar correctamente las ramas del jazmín debes usar cintas suaves o cuerda natural, evitando materiales que puedan cortar la corteza. Es importante que no aprietes demasiado, la idea es sostener, no estrangular. Ten en cuenta al crecimiento continuo, a medida que la planta crece, ajusta los amarres para no dañar la rama.
Beneficios de atar las ramas de esta planta
- Tendrás un jardín más ordenado y decorativo.
- Mayor resistencia de la planta frente al viento y la lluvia.
- El jazmín tendrá una floración espectacular y duradera.
- Previene plagas y enfermedades por mejor ventilación.
Atar las ramas del jazmín durante su crecimiento no es solo un detalle estético, sino un truco de jardinería clave para asegurar que la planta se desarrolle fuerte, saludable y con abundantes flores. Este cuidado simple permite disfrutar al máximo del aroma y la belleza del jazmín en cualquier patio o jardín.






