A la hora de elegir flores, lo ideal es buscar aquellas que además de ser vistosas resulten fáciles de cuidar. Esto permite disfrutar de un espacio verde y colorido sin que el cuidado se vuelva una tarea complicada. A continuación, exploramos una planta que se adapta a diversas condiciones, crece rápido y sorprende por la intensidad de colores de sus flores.
Las portulacas o flor de seda son plantas suculentas ornamentales originarias de América del Sur y Asia. Se caracterizan por sus tallos carnosos, hojas pequeñas y flores llamativas que pueden encontrarse en tonos como rosa, fucsia, amarillo, naranja, rojo o blanco.
Una de sus principales virtudes es que florecen durante gran parte del año, creando alfombras de color que embellecen cualquier espacio exterior. De hecho, en condiciones óptimas florecen desde la finales de la primavera hasta el otoño.
Para tener un floreciente jardín de portulacas tienes que seguir la guía de consejos de los expertos de Hogarmania. Aunque esta planta no requiere demasiada atención, es mejor seguir las recomendaciones al pie de la letra.
Las Portulacas grandifloras requieren lugares soleados, ya que la luz directa potencia su floración. Agradecen los climas cálidos, de ahí que en la zona mediterránea se desarrollan muy bien.
El riego es clave para el mantenimiento de esta planta de verano. Como es una suculenta almacena agua en sus hojas carnosas, por lo que se adapta a lugares secos. No demanda riegos demasiado frecuentes y, en caso de duda, es mejor regar de menos que de más, ya que sus raíces son sensibles al exceso de humedad.
Con sus flores coloridas y su facilidad de cuidado, las portulacas se posicionan como una alternativa perfecta para dar vida a balcones, terrazas o jardines.