Al cocinar y condimentar los alimentos, tocamos constantemente el salero y el pimentero, dejando allí bacterias que luego pueden ingresar a nuestro organismo accidentalmente. Además, los riesgos se incrementan ante el déficit de limpieza de estos pequeños recipientes, ya que nunca nos percatamos de que pueden estar repletos de microorganismos.
En consecuencia, la fuente citada recomienda limpiarlos cuidadosamente después de cada uso. Esta tarea la puedes hacer pasando una toallita desinfectante por el exterior, garantizando de que no queden microorganismos en la superficie. Así se evitará la transferencia de gérmenes, especialmente si llevamos el salero y el pimentero a la mesa para almorzar o cenar.
Además de limpiarlos con una toalla desinfectante, se sugiere hacer un lavado profundo, al menos una vez cada 10 días. Puedes desmontarlos y lavarlos con agua y jabón suave. Luego secarlos bien antes de volver a llenarlos con sal o pimienta.
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Procura desinfectar salero y pimentero.
Otra de las cosas de nuestra cocina que alberga gérmenes son los interruptores de luz. En más de una ocasión puede suceder que notas una iluminación deficiente mientras cocinas y de inmediato enciendes una luz para ver mejor. Por ende, los interruptores o llaves acumulan peligrosas bacterias que ponen en riesgo a nuestra salud.
En este caso, para desinfectar la superficie, se recomienda interrumpir la electricidad del hogar y luego humedecer ligeramente un paño de microfibra con una solución desinfectante suave para pasar en la llave de la luz. Tendrás que aguardar a que se seque y allí encender nuevamente la electricidad para ocupar normalmente el interruptor. Esta tarea debes hacerla cada tres días.
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Los interruptores de luz también albergan una gran cantidad de bacterias.
Por último, las tablas de cortar carnes y vegetales también son de los principales focos de bacterias dentro de la cocina. Incluso, el medio citado indica que las tablas de madera pueden ser un refugio ideal para microorganismos.
Para no poner en riesgo la salud, se recomienda lavar las tablas con agua caliente y jabón después de cada uso. Es importante secarlas completamente con una toalla de papel o un paño limpio.
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Las tablas de cortar alimentos crudos son un caldo de cultivo de microorganismos.