Estar en contacto con la naturaleza es bueno tanto para el cuerpo como para la mente, por eso la jardinería se ha convertido en una actividad muy popular en el último tiempo. Si quieres comenzar a cultivar en el jardín de casa, a continuación exploramos una planta trepadora fácil de mantener que es ideal para quienes recién se inician.
Las enredaderas y trepadoras aportan un plus de belleza y frescor al jardín. Las puedes cultivar en un rincón, en el porche, cubriendo una pérgola o incluso en un soporte especial en la terraza, solo tienes que elegir la opción que más te gusta.
Las buganvillas y las glicinas son dos plantas trepadoras muy populares entre los jardineros. Sin embargo, existen cientos de especies que pueden ambientar tus espacios de forma distintiva. La bignonia blanca, también conocida como Pandorea Jasminoides, es una alternativa ideal para cualquier jardín.
La bignonia blanca es una trepadora perenne que destaca por sus imponentes flores. Su nombre científico, Pandorea Jasminoides, hace referencia a sus delicadas florecillas que se parecen al jazmín. Es ideal para aportar privacidad o cubrir muros con su denso follaje verde.
Tiene flores tubulares y acampanadas en racimos, generalmente de color blanco, rosa o rojo. Su floración es abundante y prolongada, lo que brinda un espectáculo colorido durante gran parte del año.
Cuidados básicos de la planta
Los expertos de Picture This revelan que la bignonia blanca requiere un sitio con pleno sol para florecer abundantemente, entre cuatro y seis horas diarias. También puede crecer en semisombra, aunque produce más hojas y menos flores. Esta planta se cultiva directamente en el sustrato del jardín o en una maceta de gran tamaño, para que sus raíces puedan expandirse. Si no se encuentra cerca de un muro o un sostén que guíe su crecimiento, se expande en forma de arbusto.
La bignonia blanca se desarrolla mejor en suelos bien drenados, algo ácidos y ricos en humus. Es importante proporcionar riegos frecuentes para que el sustrato siempre esté húmedo pero no encharcado. Un riego semanal es perfecto para que tenga un crecimiento exuberante, pero el cultivo al aire libre le permite beneficiarse de la lluvia natural durante la temporada de crecimiento.
Conviene podarlas tras la floración para darles forma y robustecer la planta. Además, se debe abonar cada 15 días o una vez al mes con fertilizante mineral durante la época de floración. Riega abundantemente después de la aplicación para ayudar a la absorción de nutrientes.