Octubre no será un mes más para los fanáticos de la astronomía, y eso se debe a la presencia de una maravillosa lluvia de estrellas que se desatará en el cielo nocturno. Justamente será hoy, miércoles 8 de octubre, el día donde podrá apreciarse.
Lluvia de estrellas Dracónidas: el fenómeno astronómico que no volverá hasta 2078
Este fenómeno astronómico podrá apreciarse en el hemisferio norte y coincidirá con una Luna llena. Los detalles de la lluvia de estrellas, en la nota
Este fenómeno astronómico es conocido como la lluvia de estrellas Dracónidas, porque parecen surgir de la constelación de Draco (el Dragón). Será la última vez en más de cinco décadas que este espectáculo ilumine el cielo con tanta intensidad.
Un fenómeno astronómico único
Entre el 6 y el 10 de octubre, la Tierra atravesará la estela de escombros del cometa 21P/Giacobini-Zinner, lo que provocará la lluvia de meteoros Dracónidas anual.
Se espera que el pico de este fenómeno astronómico sea hoy, 8 de octubre, cuando se observarán hasta 400 destellos por hora. Este fenómeno, visible principalmente desde el hemisferio norte, promete ser uno de los espectáculos astronómicos más esperados del año.
Este año, las Dracónidas tendrán lugar justo después de la luna llena, lo que significa que todos los meteoros, excepto los más brillantes, probablemente quedarán ocultos por la luz de la luna. Aun así, esta es una oportunidad única para los fanáticos del cielo.
Según la proyección de los especialistas, este será el último gran estallido de los especialistas, ya que el próximo se producirá recién en el año 2078. El fenómeno será visible sin necesidad de telescopios ni instrumentos especiales. Basta con mirar hacia el cielo, preferentemente en un lugar oscuro y con buena visibilidad hacia el norte.
La Luna llena que coincidirá con esta lluvia de estrellas
Como se dijo, una de las condiciones que puede impedir la buena visibilidad de esta lluvia de estrellas es la presencia de una Luna llena. Más precisamente, se trata de la llamada Luna del Cazador.
El nombre de este fenómeno astronómico proviene de antiguas tradiciones agrícolas implantadas en zonas del hemisferio norte del planeta. Para ellos, marcaba el final de la temporada de cosechas y el inicio de la caza.






