Esta medusa fantasma no solo destaca por su tamaño imponente, sino también por su particular morfología. Su campana, con forma de sombrilla, puede superar un metro de diámetro, mientras que sus cuatro brazos planos se extienden más allá de los diez metros y ondean como cintas en la oscuridad abisal.
Siguiendo con sus características, hay que decir que la coloración varía entre el marrón rojizo y el amarillo ocre, contrastando directamente con el fondo marino.
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Lenta y misteriosa: la extraña criatura marina que intriga a los científicos en la Antártida
En cuanto a su alimentación, solo hay suposiciones. Los científicos creen que utiliza sus largos brazos para envolver pequeños crustáceos y peces, atrapándolos con una técnica tan sutil como eficaz.
Una especie de pocos avistamientos
Desde su descripción científica en 1910, esta medusa fue documentada solo en 126 ocasiones, en un número que perfectamente la sitúa bajo la denominación de criatura casi mítica.
La falta de datos sobre su reproducción, longevidad y papel ecológico refuerza el misterio que la envuelve, y son muchos los científicos que creen que incluso puede haber existido antes de la llegada del ser humano a la Tierra.
De todas maneras, y frente a las numerosas incógnitas que rodean a esta medusa, los científicos la describen como una “criatura frontera”, un ser que habita entre lo visible y lo oculto.
Hasta ahora no se determinó con precisión cómo se reproduce, aunque algunos indicios apuntan a una posible viviparidad. Tampoco se conoce su longevidad ni su rol exacto en el ecosistema. ¿Conocías a esta extraña criatura?