Se trata de la entidad que administra, entre otros, el fideicomiso destinado a concretar esta operatoria. Norando reconoce: "sabemos que por el volumen de este embarque no se trata de una solución integral. Pero esperamos evaluar la calidad y confirmar si haremos otro pedido, para que la provincia le pueda dar una mano a la vitivinicultura".
De África a Cuyo
Unas ocho bodegas mendocinas esperaban las botellas hace meses. Ahora desde Mendoza Fiduciaria afirman que ya están hechos los trámites aduaneros y que sólo falta el último tramo.
"Fue un proceso que empezó con una serie de auditorías y pedidos de certificaciones a la fábrica de Túnez. Eso nos dio alguna certeza sobre el producto y cerramos la compra en noviembre. Las botellas salieron a fines de diciembre pero entre las fiestas y las escalas, el barco tardó sesenta días en llegar", contó Norando.
Por la escala del envío, no se alcanzó a distribuir entre más bodegas. "Pero tratamos de ampliar el espectro para que los containers llegaran a la mayor cantidad de establecimientos", señaló.
Contenedores. Es mucha más la mercadería que llega que la que sale del puerto de Buenos Aires.
Los containers aguardan en el puerto de Buenos Aires. Desde Mendoza fiduciaria dicen que estarán en la provincia a fines de la semana que viene.
Motivos del faltante de botellas
No es común que la vitivinicultura local tenga que importar botellas para cubrir sus necesidades. Pero esta vez se configuró una tormenta perfecta.
Las restricciones de la pandemia hicieron que bajara la producción. Y eso se dio, paradógicamente, durante años llenos de cuarentenas y restricciones, en los que la humanidad empinó el codo como nunca. La cuenta es simple: menos producción y más consumo es igual a falta de botellas.
Y cuando la circulación se reanudó, hubo atolladeros en los grandes pasos marítimos y en los puertos, lo que agregó otro factor de demoras.
A eso se le sumó, a nivel local, un incendio en los hornos de la fábrica que tiene Verallia en la provincia, lo que hizo descender todavía más la oferta.
Encima, la guerra
Afortunadamente, el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia no alcanzó a impactar de lleno en este primer envío de Túnez. El aumento de la energía -y sobre todo el gas- sí podría tener alguna gravitación en los barcos que vendrán de aquí en más.
Ocurre que la industria del vidrio usa grandes hornos. Y al elevarse el precio del gas y la electricidad, el golpe es directo.
Obviamente, podría pensarse en reemplazar la presentación tradicional del vino por otras. Sería viable usar elementos de cartón o plástico, por ejemplo. Sin embargo -salvo el bag in box, que sigue ganando mercados- los recipientes que no son de vidrio se asocian, en el mundo de las bebidas alcohólicas, con lo barato. Y eso juega en contra de las ventas.
Además de Mendoza Fiduciaria y Promendoza, participaron en la gestión del cargamento la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y Bodegas Argentinas. Hubo algunos cruces con la administración central a raíz de las restricciones a la importación. Pero finalmente parece que se allanaron.
Paralelamente, Nación informó sobre sus propias gestiones a través del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). En octubre de 2021 la entidad anunció su primer "Operativo 1 millón de botellas", una acción táctica para alivianar la carestía de esos elementos.
En algún momento, en el ambiente se habló de traer o producir entre 15 y 20 millones de botellas. Hoy, tal como se puede interpretar en el tono de los protagonistas, las expectativas son mucho más moderadas.