Allí expresó: "Aquí tengo una cápsula para rendirle un homenaje a Nacho, Raúl y Sergio -los dos pampeanos que murieron en el cerro Marmolejo con el mendocino-. Estamos en la cumbre del Aconcagua, donde Nacho hubiera querido estar".
Las cenizas del andinista mendocino quedaron en el Aconcagua
"Tengo una cápsula que tiene un poco de cenizas de Nacho y las vamos a soltar donde él hubiera querido, a donde él pertenecía, la montaña que él amaba, la cumbre del Aconcagua", expresó.
Mientras, sacó una pequeña caja una cápsula amarilla. Al abrirla no pudo evitar emocionarse y llorar, ya que tenía en sus manos parte de las cenizas de Nacho Lucero.
Embed - Pablo Buchbinder llevó las cenizas de Nacho Lucero al Aconcagua.
Un amigo que lo acompañaba se acercó a él para consolarlo y darle fuerzas ante el difícil y triste momento especialmente para Pablo, quien lentamente se acercó a la cruz con forma de cóndor y soltó las cenizas.
"Aquí quedaste Nachito, aquí te traje, donde vos pertenencias, a la cumbre del Aconcagua", fueron las palabras que le dedicó al andinista mendocino que murió el 30 de noviembre del 2023.
Ante el video, su pareja y madre de su hijo Salvador, María Fernanda Martínez, dijo: "Por fin te encontramos amor nuestro".
Quién era el andinista mendocino Ignacio Nacho Lucero
Fue reconocido en el mundo entero por su gran historia de vida. Si bien era profesor de Literatura, desde chico su pasión había sido la montaña. Ya de adulto, y a pesar de tener otra carrera, logró convertirlo en su forma de vida y su sustento.
En el 2011 sufrió un ACV e infarto cuando estaba a más de 7.000 metros de altura. Lo rescataron a tiempo y estuvo internado en Nepal hasta que en un vuelo sanitario regresó a Mendoza. Tuvo que volver a aprender a hablar y caminar por las secuelas de lo que padeció, y los médicos le indicaron que no podría volver a subir a la montaña.
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Ignacio Nacho Lucero junto a su hijo Salvador, su pareja María Fernanda y su hermano de la vida Pablo.
Al tiempo se sumó a su vida Oro, un perro asistente que se convirtió en un gran amigo y compañero. Con él, volvió a la montaña y juntos coronaron 4 cumbres del Aconcagua, además de las 45 que tuvo en su bitácora.
Tenía 50 años y estaba en pareja con María Fernanda Martínez, con quien tuvo a su único hijo, Salvador.
En noviembre del 2023 él y dos amigos de La Pampa Raúl Espir y Sergio Berardo partieron hacia el Cerro Marmolejo, el 6.000 más austral del mundo. Pero el día que fueron a la cumbre algo pasó en su bajada que los mató a los tres. Sus cuerpos fueron rescatados días más tarde por Carabineros y rescatistas chilenos.