Son varias las semillas que posee diversas vitaminas y minerales, las cuales pueden brindar muchos beneficios a nuestra salud. Hoy te hablaremos de una semilla en específico, cuyo consumo sirve para proteger el hígado.
¿Qué semilla ayuda a proteger el hígado?
Se trata de la semilla de moringa, un superalimento que es considerado como la "planta milagrosa". Esto se debe a la cantidad de propiedades que posee, las cuales ayudan a mejorar la salud. Por ejemplo, se ha confirmado que la misma posee muchos beneficios y sus usos van desde la salud y la belleza hasta ayudar a prevenir y curar enfermedades.
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Diversos estudios han arrojado que la moringa posee una cantidad considerable de propiedades fitoterapéuticas, por lo que se recomienda su uso para combatir algunas afecciones.
¿Qué beneficios brinda la semilla de moringa?
La semilla de la moringa es ideal para fortalecer los huesos. Esto se debe a sus altas dosis de calcio y fósforo, las cuales ayudan a mantener los huesos sanos y fuertes.
Además, esta semilla es usada para tratar edemas. Las propiedades antiinflamatorias de la moringa pueden ser efectivas para prevenir esta afección en la que se acumula líquido.
Como mencionamos previamente, la semilla de la moringa sirve para proteger y cuidar el hígado, el cual suele sufrir daños causados por los fármacos antituberculosos y puede acelerar su proceso de reparación.
Además, estas semillas contienen propiedades antibióticas y antibacterianas, las cuales son de gran ayuda para tratar trastornos estomacales, como la constipación, la gastritis y la colitis ulcerosa.
También podemos mencionar que las semillas de la moringa contienen isotiocianato y niaziminina, compuestos que ayudan a detener el engrosamiento de las arterias.
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¿Cómo consumir las semillas de la moringa?
Las hojas de la moringa se utilizan frescas o secas y molidas en polvo. El aceite de semilla de moringa es dulce, no se pega y no se seca. Las semillas también se pueden comer verdes, tostadas, en polvo y en infusión para té o para hacer curry.






