La variedad de plantas entre las que pueden escoger los jardineros es infinita. Algunas de ellas, además de destacar por la belleza de su follaje o de sus flores, lo hacen por el delicioso perfume que desprenden. A continuación, exploramos una especie fácil de mantener que es ideal para aromatizar el jardín.
Existen plantas que visten cualquier espacio, y este es el caso de la dama de noche o galán, una especie aromática muy elegante y sencilla. El detalle que llama la atención es que cuando cae la noche suelta una fragancia dulce y de lo más enigmática. Sin duda, es una planta que todos deberíamos conocer.
Conocida científicamente como Cestrum nocturnum, tiene flores tubulares, de color blanco o verdoso que desprenden un aroma intenso, similar al jazmín o a las notas de azahar durante la noche, especialmente en las primeras horas tras el atardecer. Este aroma tiene como finalidad atraer a los polinizadores nocturnos.
La dama de noche se encargará de aromatizar tu jardín.
Puede alcanzar hasta cuatro metros de altura en condiciones óptimas, y crece en forma de arbusto. A continuación, te enseñamos algunos de sus cuidados básicos.
Cuidados básicos de la planta
Según los expertos de Picture This, "es una planta resistente y de bajo mantenimiento". Lo ideal es ubicar la dama de noche en un lugar del jardín donde reciba luz solar brillante y directa durante varias horas al día. Esta condición de iluminación es crucial para un crecimiento óptimo, la salud y la máxima producción de sus fragantes flores.
Prospera en ambientes donde la humedad es abundante y el aire es húmedo. Muestra una preferencia por una humedad del suelo constante sin encharcamiento, lo que indica una tolerancia moderada a la sequía. Es importante regar una vez por semana en otoño-invierno y dos o tres veces por semana en primavera-verano.
Esta planta es ideal para aquellos que buscan una especie aromática y fragante para el jardín.
Esta planta requiere una poda estratégica para fomentar un crecimiento saludable y una floración abundante. El momento ideal para podar es a principios de la primavera, antes de que comience el nuevo crecimiento. Primero, debe eliminar las ramas muertas o dañadas, y luego aclarar los tallos más viejos para mejorar el flujo de aire y la penetración de luz.






