Abrís la heladera y encontrás fruta pasada, blanda o con mal olor, aunque la compraste hace pocos días. No es mala suerte ni falta de frescura: especialistas en alimentación advierten que la mayoría de las personas comete errores básicos al guardar la fruta, lo que acelera su deterioro y genera desperdicio innecesario.
Qué ocurre con la fruta cuando la guardamos mal
En época donde la ensalada de frutas se prepara mucho y solemos consumir más frutas, guardarla en la heladera parece simple, pero no todas se conservan de la misma manera. De hecho, una mala conservación no solo afecta el sabor y la textura, sino que también reduce su valor nutricional y genera más desperdicio de alimentos.
Uno de los errores más comunes es guardar toda la fruta junta. Algunas, como bananas, manzanas y peras, liberan etileno, un gas natural que acelera la maduración. Cuando se almacenan junto a otras frutas más sensibles, provocan que se estropeen más rápido. Por eso, los expertos recomiendan separar las frutas climatéricas de las que no lo son.
El etileno es una hormona vegetal natural que acelera la maduración y el envejecimiento de frutas y verduras sensibles a él (como lechugas y brócoli). Para mantener tus alimentos frescos por más tiempo, es recomendable separar las frutas productoras de etileno de las frutas y verduras sensibles.
El uso del cajón de verduras y frutas
Otro punto clave es el uso correcto del cajón de verduras. Este compartimento está diseñado para mantener un nivel de humedad más alto, ideal para la mayoría de las frutas frescas. Sin embargo, frutas como bananas, cítricos enteros y paltas verdes pueden conservarse mejor fuera de la heladera hasta que maduren.
La conservación también depende del envase. Guardar la fruta en bolsas cerradas sin ventilación favorece la acumulación de humedad y la aparición de moho. En cambio, recipientes perforados o bolsas reutilizables transpirables ayudan a prolongar su frescura.
Cómo guardar correctamente la fruta en la heladera
Además, lavar la fruta antes de guardarla suele ser un error. La humedad residual acelera su deterioro. Lo ideal es lavarla justo antes de consumirla. Consejos simples para mejorar la conservación:
- Separar frutas que producen etileno (bananas, manzanas y peras).
- Usar el cajón de la heladera correctamente.
- Evitar envases herméticos sin ventilación.
- No lavar la fruta antes de guardarla.
Pequeños cambios en la forma de guardar la fruta pueden marcar una gran diferencia: más frescura, mejor sabor y menos desperdicio en casa.
Fuente: Food and Agriculture Organization of the United Nations (FAO)





