Por el ministerio viajó el doctor Alfredo Morán, a cargo del Programa de Enfemedades Respiratorias, y también la especialista Gabriela Lafi. Según explicaron, el primer grupo abordado fue el de los internos que más habían compartido con Sosa Lucarelli; pero no se dejó de lado tampoco a su grupo familiar, por lo que se descuenta que al menos uno de sus parientes lo habría visitado en la prisión durante los últimos meses.
"A ese círculo de contactos siempre hay que tenerlo en cuenta y ya están siendo tratados. Obviamente que, al ser un interno, lo primero que evaluamos fue al grupo de vinculación más próximo a él. Y de ahí en más, también se observó a las personas cuidadoras", afirmó el doctor Morán, en referencia a los penitenciarios que estuvieron expuestos a la bacteria. "De todos modos, estos funcionarios no tuvieron un contacto permanente con el contagiado. Pero igual son examinados”, explicó.
La ministra Nadal está, de hecho, en el departamento sureño, pero por otro motivo: la designación del nuevo director ejecutivo que tendrá el hospital Schestakow, Gonzalo Mora. La propia Gabriela Lafi será la nueva subdirectora asistencial, y se planificó una conferencia de prensa que la titular de la cartera sanitaria encabezará en el auditorio del nosocomio.
Por su parte, desde la estructura del Servicio Penitenciario de la provincia, trascendió que no ha habido novedades con los presos que siguen en observación, aunque todavía no puede descartarse que haya más contagiados, porque la tuberculosis puede no manifestarse con síntomas claros, o bien hacerlo de distintas maneras: desde fiebre alta, hasta decaimiento, o simplemente la ausencia total de sintomatología. Continuarán siendo estudiados.
Ana Maria Nadal, covid en Mendoza.jpg
Ana María Nadal viajó este lunes a San Rafael para la presentación de nuevas autoridades en el hospital Schestakow.
► TE PUEDE INTERESAR: Condenaron a 14 años de prisión a un penitenciario que era un violador serial de niños
Datos de cómo se aborda la tuberculosis en Mendoza
Según contaron los referentes sanitarios, Mendoza tenía un registro de casos de tuberculosis con aproximadamente 160 infectados por año. Con la pandemia, esas cifras bajaron y ahora volvieron a mostrar un crecimiento. Lo que se observa actualmente, de acuerdo a lo que informaron, es un agravamiento de los cuadros. Es decir, formas más agudas de la enfermedad.
El protocolo que tiene el ministerio es claro, y según explicaron ante las consultas periodísticas, se llevó a cabo exactamente como está indicado: se detectó el contagio, se evaluó a todos los que estuvieron alrededor de la persona infectada, y ahora -si fuese necesario- se avanzará con los tratamientos quienes hayan contraído la bacteria.
hospital teodoro j. schestakow (2).jpg
Una de las jóvenes atacadas fue ingresada al Hospital Schestakow con una herida en las costillas.
"En general hay que hacer un ‘screening’ para poder determinarla. La forma de tratarlos es con un procedimiento que nunca es menor a seis meses, y que puede llegar a durar un año. En términos básicos, se les suministra a los pacientes cuatro medicamentos y se puede curar la patología. El problema es si el paciente tiene enfermedades previas, como por ejemplo diabetes o VIH. En esos casos, al igual que si la tuberculosis no fue detectada a tiempo, la situación puede complicarse", explicó Morán.
Los 64 internos aislados estaban en el mismo pabellón que Sosa Lucarelli. Las causas por las que contrajo la enfermedad que le costó la vida todavía no fueron determinadas.
► TE PUEDE INTERESAR: Liberaron al acusado de matar a la enfermera que está desaparecida en San Rafael