Existen distintas relaciones con las suegras, algunas pueden ser buena o malas, pero no es fácil dialogar con tu pareja sobre como su mamá altera el equilibrio de la relación. Por esta razón te contaremos qué debes hacer en esta situación.

Analiza la razón del conflicto

Muchas parejas deciden ir a terapia debido a la mala relación con sus suegras y como esta afecta a su relación. En las parejas suele suceder que la familia política no es la mejor, pero antes de realizar algo es mejor analizar el contexto. Puede suceder que la suegra no sepa lidiar con el síndrome de nido vacío.

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Es necesario oxigenar la relación, darle nuevos refuerzos, espacios y nutrientes.

Es necesario oxigenar la relación, darle nuevos refuerzos, espacios y nutrientes.

Puede suceder que las suegras tengan una conducta entrometida en la que los hijos no son capaces de ponerles un límite. Además, no debes pedirle a tu pareja que se ponga en contra de tu madre.

Lo ideal es afrontar esa situación desde un prisma de respeto absolutos, en el cual se valora un lazo materno familiar, pero exigiendo cambios que beneficien a todos. La empatía es un aspecto clave en este aspecto, esto te ayudará a entender que tu suegra actuará desde el amor.

Comunicación con tu pareja

Antes de realizar cualquier acción desde el impulso, es importante que te comuniques con tu pareja para nutrir el vínculo emocional. Lo más útil exponer en voz alta los pensamientos y emociones para construir un espacio seguro donde todo lo dicho se valide y no se enjuicie.

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Tras problemas con tu pareja por culpa de tu suegra, es recomendable abrir una nueva etapa.

Tras problemas con tu pareja por culpa de tu suegra, es recomendable abrir una nueva etapa.

El medio "La mente es maravillosa" comenta que John M. Gottman es profesor de psicología en la Universidad de Washington y dirige un centro de investigación sobre las relaciones de pareja. En su libro Qué predice el divorcio (1993) recomienda que todo matrimonio que desee mantener la felicidad y el equilibrio, debe acordar cuanto antes unos límites con las suegras y suegros.

  • Visitas programadas: definir días, horarios y duración para las visitas o reuniones familiares. Y evitar visitas inesperadas, estableciendo la necesidad de avisar con antelación.
  • Límites sobre aspectos privados: que nuestra suegra no comente ciertos temas nuestros con otras personas sin permiso. También que nuestra suegra comprenda que hay aspectos que preferimos mantener en la intimidad.
  • Estilo de crianza (si hay hijos): evitar que la suegra contradiga o interfiera en las reglas que se establecen en casa. Y determinar que las decisiones sobre la crianza de los hijos son exclusivamente de los padres, aunque se escuchen consejos.

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