No era para nada raro que Szczepan Skibicki, un empleado del Museo Militar de Polonia, aprovechara sus momentos libres para nadar en el río Suprasl, al punto que ya conocía sus recovecos a la perfección. Fue justamente este conocimiento lo que lo llevó a hacer un descubrimiento en las profundidades que lo dejó atónito.

Todo ocurrió un domingo de 2022, cuando el empleado se dio cuenta de que una parte del río que normalmente estaba cubierta de sedimento, se encontraba limpia, y había dejado al descubierto un objeto de hace cientos de años atrás.

Un descubrimiento brillante

mineral.png

En un posteo realizado a fines de noviembre en la página de Facebook del museo, expertos contaron que Szczepan observó que algo brillaba al fondo del río. Gracias a su experiencia laboral, supo casi de inmediato que se trataba de una espada, y llamó a sus compañeros para que lo ayudaran a sacarla.

También por todo lo que había aprendido trabajando en el museo supo exactamente qué hacer una vez que la espada estuviera en tierra firme: la preservó colocándola en agua destilada, hasta que las autoridades arqueológicas del gobierno se hicieron cargo del objeto.

Dos años después, esa misma espada está volviendo al museo donde fue descubierta, según expresaron desde el Ministerio de Ciencia y Educación Superior de Polonia.

Miles de años de historia

Una vez realizados los primeros análisis, los arqueólogos determinaron que el arma databa de entre los siglos IX y X, y tiene un estilo similar a los de las espadas vikingas de esa época. Estas características son las que vuelven única a esta espada, ya que sólo se encontraron tres similares en toda la historia de Polonia.

espada.png
El descubrimiento alegró a la comunidad arqueológica de Polonia.

El descubrimiento alegró a la comunidad arqueológica de Polonia.

Una buena noticia que dieron tras el descubrimiento es que el agua del río había preservado muy bien el arma, aunque se necesitaron también muchos años de restauración para tenerla lista para exposición. El principal problema que tenía era la mineralización en la hoja, que afectaba principalmente la hoja, en la zona en la que más golpes había recibido.

La restauración se enfrentó a desafíos particulares. Debido al entorno en el que había sido preservada el arma, todos los trabajos se realizaron bajo el agua, hasta que se lograron estabilizar los materiales.

La teoría de cómo llegó la espada al agua es que, simplemente, se le cayó a su dueño mientras cruzaba el río. Ahora habrá que esperar un año más para verla expuesta.