La casa está ubicada dentro del Barrio Los Quebrachos en el extremo noreste de la ciudad de San Luis (Argentina). Se trata de la vivienda permanente de una familia conformada por una pareja con tres hijos pequeños al momento de la construcción.
Durante el proceso de diseño existieron pedidos muy específicos del cliente que el programa debió incorporar. El más importante por su alcance y su naturaleza fue el de contar con un gran espacio cerrado para actividades de recreación y algunas prácticas deportivas debido a la limitación que impone el viento Chorrillero para algunas actividades en los espacios abiertos.
Los materiales utilizados son el hormigón visto en el volumen de la cota superior, y la laja San Luis gris oscura a modo de basamento en el nivel de la cota inferior del terreno. Ambos materiales responden adecuadamente a las exigencias de bajo mantenimiento y buen comportamiento en zona de sismos.
Según Eva Mondragon, arquitecta mexicana una buena arquitectura es la que no olvida por qué y para quien existe, la buena arquitectura es la que se mantiene firme al hecho de ser una necesidad y no un producto meramente comercial, que proyecta con el fin de dignificar la calidad de vida sin importar la condición social. Ya que todos merecemos función y estética con el recurso con el que se cuenta y esto solo se puede lograr volviendo a humanizar nuestro trabajo para todos porque la arquitectura no es cuestión de lujo y rapidez, sino también de paciencia e inteligencia.
Según ArchDaily Con las fluctuaciones financieras de la economía global y las crecientes disparidades de riqueza en las sociedades de todo el mundo, es importante que los arquitectos involucren sus habilidades y conocimientos para crear un nivel de vida alto pero alcanzable para todos.
Esto, por lo tanto, implica diseñar una serie de tipologías arquitectónicas y respuestas innovadoras que mitiguen los costos de construcción y optimicen la utilidad.