Según National Geographic, la construcción de la estación de tren estuvo a cargo del ingeniero Fernando Ramírez de Dampierre. Había estudiado en París, por lo que de ahí venía la inspiración de aires afrancesados y el estilo modernista de la estación.
Fue una de las obras de ingeniería más importantes de la época. No solo tuvieron que pensar en el enorme edificio, sino también en el entorno natural. Tuvieron que colocar diques de contención y plantar más de nueve millones de árboles para frenar aludes de la zona.
El abandono de la estación de tren
El cierre del paso fronterizo con Francia en 1970 dejó a Canfranc en el abandono. Durante décadas, sus andenes vacíos y su fachada cubierta de musgo fueron símbolo de una gloria perdida.
Sin embargo, se inició un proyecto de transformación para convertirla en un hotel de lujo, y lo gestionó el grupo Barceló. Tras años de gestiones y restauraciones, la estación renació y hoy es un hotel de lujo de cinco estrellas.
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Canfranc Estación, a Royal Hideaway, es un hotel de cinco estrellas. Imagen: National Geographic
No solo conserva la esencia histórica y arquitectónica de la terminal ferroviaria, sino que además tiene todas las comodidades modernas. Dormir allí es como viajar en el tiempo, rodeado de historia y paisajes únicos del Pirineo aragonés.
Para obtener más información sobre el hotel Canfranc Estación, a Royal Hideaway, puede ingresar en el sitio web de Barceló.