El teatro Independencia es cuna del arte mendocino. Es símbolo del patrimonio tangible e intangible de Mendoza, reconocido a nivel mundial. Por sus pasillos transitaron generaciones enteras de diversa índole y nivel sociocultural. Porque el teatro Independencia, aunque lejos hoy de imponer trajes de etiquetas, es identidad del pueblo mendocino, sin distinción de clases.
El teatro Independencia más allá del show: circo, velorio, política e incendio para la resurrección
El teatro Independencia, emblema de Mendoza, cumple este martes 100 años y lo celebra con una muestra permanente y un libro. Aquí, hitos de su trayectoria
Y está a punto de cumplir 100 años. Este martes 18 de noviembre se conmemora su centenario aniversario de fundación, cuando ese día de 1925 el lugar que albergaba la cárcel y el cuartel de bomberos se convertiría en uno de los teatros más emblemáticos del país.
Su fachada neoclásica lo distingue en el corazón de la capital mendocina, en una manzana tradicional que conserva su intención original de núcleo turístico que completan la plaza Independencia, el hotel 5 estrellas y el casino. Así se pensó y proyectó hace 100 años y así se sostiene hoy, más allá de las más variadas intervenciones que tuvo este edificio declarado Monumento Histórico Nacional en 2011.
Del estilo de caja italiana, el teatro Independencia cuenta con una acústica perfecta.
Un teatro que supo resurgir de sus propias cenizas cuando en 1963 sufrió un incendio que prácticamente lo destruyó todo y hoy apreciamos esa renovada infraestructura.
Arquitectura y lugar que -como el Aconcagua o los Portones del Parque- son símbolo de identidad del pueblo mendocino.
Las características únicas del teatro Independencia
Junto al Teatro Colón, el Independencia cuenta con uno de los telones más antiguos del país que recientemente fue restaurado.
Sus escalinatas de mármol gris se destacan al ingreso, al igual que su ascensor y qué hablar de la imponente lámpara araña de 400 kilos centrada en la sala mayor que contiene unos 200 focos dispuestos en sus cuatro aros con pequeñas intervenciones del célebre artista Federico Chipo Céspedes.
El teatro Independencia cuenta con un piano de cola Steinway & Sons que en 2007 fue fabricado en Alemania especialmente para este recinto y que se considera una pieza valiosa del patrimonio cultural mendocino. Su lugar de resguardo es el foso -debajo del escenario- y para utilizarlo se sube y baja mediante un sistema eléctrico.
El piano Steiway & Sons del teatro fue adquirido en 2017 y se resguarda en el foso del escenario.
Su estilo de caja italiana permite que el teatro tenga una acústica inigualable. Se han producido grandes óperas y es sede de la Orquesta Filarmónica de Mendoza que cumple 40 años de vida en este 2025.
El diseño del interior de la sala mayor de Mendoza se basó en los teatros de ópera italianos, y en el vestíbulo o foyer destaca también la escalera de mármol gris que da acceso al primer piso de la sala.
Los camarines del teatro Independencia llevan nombres de artistas mendocinos.
El teatro tiene 10 camarines y dos salas de ensayo donde también se dictan talleres de danza, música o artes escénicas. Tanto los camarines como los palcos llevan nombres de artistas mendocinos.
Una recorrida por los pasillos del Independencia
Para su 100° aniversario la Subsecretaría de Cultura de Mendoza planificó una exhibición de elementos, pinturas y artefactos que datan de diferentes épocas del teatro y se mostrarán al público a partir de ahora de forma permanente.
Además estiman que a fin de mes se publicará un libro sobre su historia, de estilo más visual, que estuvo a cargo del historiador Gustavo Capone y la periodista Patricia Slukich.
Estas novedades surgieron en una recorrida por las instalaciones del Independencia que autoridades provinciales hicieron junto a Diario UNO en la previa del día de su centenario aniversario.
El teatro que renace de las cenizas
Fundado en 1925 en el corazón de la capital mendocina, el teatro Independencia nació donde antes funcionaron la cárcel provincial y el cuartel de Bomberos. En un siglo de vida, mutó junto a la provincia, acompañando su crecimiento social, económico y cultural.
Desde su inauguración, el Independencia fue pensado como pieza clave de un corredor turístico que integraba la plaza Independencia, un hotel de lujo y un casino, un plan urbanístico que buscó colocar a Mendoza en el mapa internacional del turismo y la cultura.
El teatro también supo renacer. En 1963 un incendio lo destruyó casi por completo, obligando a una reconstrucción que redefiniría su estética interior, aunque conservaría su rol protagónico en la vida cultural mendocina. De ese período datan el telón restaurado recientemente, su imponente lámpara araña de 400 kilos y parte del acervo artístico que hoy vuelve a la luz como parte de las celebraciones del centenario.
El telón rojo con detalles dorados del teatro Independencia es uno de los más antiguos del país.
Por sus 650 butacas pasaron expresiones artísticas, políticas y sociales: desde galas memorables hasta velorios de gobernadores; desde presentaciones de grandes figuras internacionales hasta visitas tan significativas como la de Gorbachov. El Independencia fue un escenario donde se legitimaron discursos, se celebraron hitos y se acunó la cultura mendocina.
Hoy, a 100 años de su fundación, el teatro ya no busca ser el más grande, pero sí seguir siendo el corazón cultural de Mendoza. Con la Orquesta Filarmónica de Mendoza -que también celebra sus 40 años- como residente y una programación cada vez más local, el Independencia se reinventa para seguir dialogando con los públicos del presente.
El teatro Independencia como faro de la cultura local
Para Diego Gareca, subsecretario de Cultura de Mendoza, el valor del Independencia trasciende su arquitectura.
“El teatro está cumpliendo 100 años, esa provincia ya no existe, somos otra sociedad y son otros los consumos culturales. El desafío fue sostenerlo, convertirlo en un edificio patrimonial y preservar su impronta cultural y social de Mendoza”, considera.
Cristina Sonego, Diego Gareca, Patricia Slukich y Gustavo Capone, en una recorrida que ofrecieron por las instalaciones del teatro.
Y resalta su vigencia a pesar del paso del tiempo: “Celebramos su existencia, su permanencia, su programación principalmente local y su servicio de talleres artísticos. Aquí nos queda el corazón de nuestra cultura: 100 años de historia, 100 años de amor de un pueblo que soñó, que pensó y que construyó un teatro para las distintas generaciones”.
Un edificio que respira memoria
La coordinadora actual del teatro Independencia, Viviana Beinat, vive con mucha emoción este aniversario desde adentro: “Estar al frente de la sala mayor de Mendoza es un orgullo enorme, mucho más en el contexto de sus 100 años”.
Beinat detalla la magnitud del trabajo patrimonial realizado en los últimos años, como parte del camino hacia el centenario.
Con el mural de Luis Scafati de fondo, el primer piso del teatro mayor de Mendoza ahora también exhibe material histórico.
“Estos 100 años llegan con una agenda que vino desarrollándose durante todo el año. Hemos hecho una puesta en valor del telón colocado en los años ‘60, después del incendio. También estamos rescatando materiales que hacen a la historia del teatro: sillas, butacas, pinturas de Chipo Céspedes, programas de mano de 1930, hasta papeles de golosinas que sobrevivieron al incendio”, detalla sobre elementos hallados debajo de tablones de madera del piso que no lograron convertirse en ceniza.
Todo ese acervo será parte de la nueva exposición permanente. “La idea es que quienes vengan al teatro revivan su historia. Lo que encontramos va a quedar exhibido en distintos espacios del teatro, como el foyer y el primer piso”, afirma la funcionaria.
El teatro que albergaba un circo con animales
El historiador Gustavo Capone, autor del libro sobre el centenario junto a la periodista Patricia Slukich, aporta la mirada de época.
“Son 100 años que cruzan la historia mendocina. Tras el terremoto de 1861 la provincia resurgió, y el teatro se construye dentro de un plan de desarrollo que incluía un hotel, un casino y un corredor turístico y cultural”, cuenta.
Capone recuerda que la primera versión del teatro acogió desde óperas hasta espectáculos circenses: “Acá hubo circo, al piso lo llenaban de arena y había animales, malabaristas, equilibristas, payasos".
El historiador Gustavo Capone encaró un libro sobre los 100 años del teatro Independencia.
También el Independencia fue casa para la cinematografía. En 1925 se proyectó cine mudo de Chaplin y, más tarde, "Casablanca" en 1944.
Gustavo Capone subraya además su peso en la vida política y académica del país. "Este era un espacio que legitimaba. Ortega y Gasset dio aquí un esbozo de ‘La rebelión de las masas’. Se proclamaron fórmulas presidenciales, se veló al gobernador José Néstor Lencinas y se realizó el primer Congreso Internacional de Filosofía propuesto por Perón”, enumera hitos de la vida centenaria del teatro Independencia.
Un Monumento Histórico que sigue transformándose
Para Cristina Sonego, directora de Patrimonio Cultural y Museos, el teatro Independencia representa la síntesis de la identidad mendocina.
“Este teatro es la casa principal de la cultura de Mendoza. Se levantó en dos años y tuvo cuatro intervenciones tras el incendio. La última modificación fue en 2000 y reabrió en 2003 con Fabiana Bravo”, recuerda sobre aquella mítica actuación de la soprano mendocina.
Antes, en 1965 su resurgimiento tras el incendio se celebró con la visita memorable del cuerpo estable del Ballet del Teatro Colón, coliseo argentino con el que el Independencia mantuvo siempre un vínculo fraternal.
La fachada de estilo neoclásico del teatro Independencia es símbolo de la arquitectura mendocina.
Por otra parte, Sonego detalla el valioso material recuperado: “Encontramos elementos que datan de años previos al incendio: butacas de 1970, una silla de 1925, artefactos lumínicos como proyectores, también afiches, folletos, programas de mano. Todo esto se incorporó a un guion expositivo para la muestra permanente a 100 años de su fundación”.
Y destaca que el teatro es Monumento Histórico Nacional desde 2011. “Es cuna de la identidad y la memoria de Mendoza”, resume.
Cumpleaños con legado: libro y muestra permanente
Para celebrar su centenario, la Subsecretaría de Cultura preparó dos acciones principales que buscan preservar y difundir la memoria del teatro Independencia.
Una muestra permanente. Desde este mes, el Independencia exhibirá en sus pasillos, foyer y primer piso una colección de objetos, pinturas y artefactos de distintas épocas: butacas, sillas, luminarias históricas, programas de mano, afiches, materiales gráficos y obras de arte, entre otros tesoros recuperados y restaurados que se apreciarán en vitrinas, caballetes e instalaciones en el teatro.
Un libro que recorre su historia. A fin de mes se publicará un libro visual sobre los 100 años del teatro, realizado por el historiador Gustavo Capone y la periodista Patricia Slukich. La obra reúne imágenes, documentos, relatos y reconstrucciones históricas que ponen en perspectiva el rol del Independencia en la transformación cultural de Mendoza.
Sillas y butacas de diferentes épocas del teatro se exhiben en la sala de ingreso.
El teatro Independencia cumple 100 años con el mismo espíritu que lo vio nacer: ser escenario, memoria viva y punto de encuentro de generaciones. Un edificio que resurgió, cambió y evolucionó, pero que sigue latiendo al ritmo de la idiosincrasia mendocina.
Un teatro que, proyecta Gareca para su futuro, “debe mantenerse como el faro de la cultura de Mendoza”, y que ahora, con una muestra permanente y un libro que lo inmortaliza, entra renovado a su segundo siglo.













