El principio del final de la pandemia. Así definió la Jefa de Inmunización de Mendoza a la llegada de las primeras 5.500 dosis de la vacuna rusa contra el coronavirus a la provincia.
El principio del final de la pandemia. Así definió la Jefa de Inmunización de Mendoza a la llegada de las primeras 5.500 dosis de la vacuna rusa contra el coronavirus a la provincia.
Las cajas con las dosis de la vacuna rusa llegaron en camionetas de un conocido servicio de correo y serás guardadas en el Vacunatorio Central, desde donde se trasladarán a los diferentes hospitales.
Para que estas se puedan aplicar, las vacunas deben estar guardadas siempre a una temperatura de -18°C. Ahora, cómo hicieron para conservar esa temperatura en aviones y vehículos que no estaban preparados para hacerlo.
Según explicó Aguilar, la vacuna rusa "es una vacuna que requiere un frío particular que está fuera del rango habitual, es un frío que está en los freezers comunes por lo que tenemos esa capacidad. También en los hospitales pueden recibir las vacunas. Nos encargamos de que lleguen congeladas, las preservan así hasta que sean colocadas", manifestó.
Ahora, las cajas en las que llegaron no son cualquier tipo de caja. Estas vienen acondicionadas para hacerlo. De allí que no importara el vehículo en el que llegaron ni las características de estos, sino que las cajas no se abrieran.
Estas contienen hielo seco y placas con soluciones líquidas que ayudan a preservar la temperatura. SI la caja se abriese, estas pierden la cadena de frío.
Cada caja tiene un especie de reloj que se conecta a una computadora. Al hacerlo, muestra todo el historial de temperatura de la vacuna desde que salió del laboratorio ruso hasta su llegada a Mendoza.
"Si alguna de las dosis no estuvo en algún momento a -18°C, se la embala y se la remite al ministerio de Salud de la Nación", manifestó Aguilar.
El vacunatorio central fue elegido como lugar de albergue de las vacunas porque al ser un edificio nuevo tiene la tecnología para conservarlas con un monitoreo on line y equipos electrógenos.
Igualmente, los hospitales también pueden albergarlas porque si bien, la temperatura a la que deben ser conservadas no es la normal de cualquier vacuna. Estas requieren de 2 a 8 grados. La temperatura que necesita la Sputnik V es alcanzable con cualquier freezer común, señaló Aguilar.