Nuestro país tiene dimensiones inmensas y sus rutas reflejan a flor de piel esa extensión. Algunas de ellas atraviesan provincias enteras, conectan ciudades clave y se convierten en verdaderos corredores turísticos y productivos.
Lo cierto es que existen miles de kilómetros de rutas nacionales y provinciales que conectan al país de norte a sur. Sin embargo, algunas de ellas son escenario frecuente de accidentes de tránsito debido a su diseño, el intenso tráfico o la falta de mantenimiento. Entre todas, una ha ganado la fama de ser la ruta más peligrosa de Argentina: la Ruta Nacional 9 en el tramo que une Buenos Aires con Rosario.
La Ruta Nacional 9, también conocida como la autopista Buenos Aires–Rosario, es una de las arterias más transitadas del país. Se calcula que por ella circulan más de 20.000 vehículos por día, incluyendo autos particulares, micros de larga distancia y camiones de carga pesada.
El alto flujo vehicular, sumado al cansancio de los conductores y a la alta velocidad, genera un escenario propenso a choques en cadena, despistes y colisiones frontales. De hecho, distintos informes de seguridad vial señalan que este corredor concentra un elevado porcentaje de accidentes graves cada año.
Otra razón se debe a las neblinas que originan falta de visibilidad, a raíz de la quema de pastizales. Además, recibe todo el tránsito de las rutas 11, 12 y 14, lo que la convierte en una de las más transitadas. En este sentido, duele registrar más del 10% de los accidentes en rutas del país.
Aunque la Ruta 9 se lleva el primer lugar, no es la única considerada peligrosa, también hay otras:
Si bien las rutas argentinas presentan distintos niveles de peligrosidad, siempre se recomienda respetar los límites de velocidad, descansar antes de manejar largos trayectos, usar siempre el cinturón de seguridad, mantener distancia prudente entre vehículos y evitar maniobras riesgosas de sobrepaso.