Por eso, mantenerse activo es clave para gozar de una buena calidad de vida a cualquier edad, aunque muchas personas desconocen cómo evaluar si su nivel de condición física es adecuado para ellos/ellas y su estilo de vida.
Cuál es el ejercicio que nos delata nuestra edad física
Estos dos ejercicios no generan una dificultad mayor, pero pueden delatar la edad de nuestro cuerpo, es decir, si estás envejeciendo más lento o más rápido de lo esperado.
Persona haciendo flexiones de brazos.jpg
Medir la edad física permite entender mejor el proceso de envejecimiento. No hace falta ser atleta, basta con evitar el sedentarismo y mantener ciertos parámetros básicos de ejercicio, como las flexiones.
La primera prueba es la fuerza en el tren superior, donde la flexión de brazos es un indicador clásico de fuerza en la parte superior del cuerpo. El rendimiento esperado según la edad:
- 20-30 años: alrededor de 15-30 flexiones.
- 40-50 años: al menos 10-20 flexiones.
- 60 o más: al menos 5-10 flexiones bien ejecutadas.
Si no alcanzas estos números, es momento de trabajar en la fuerza de pecho, tríceps y hombros para mantener una buena autonomía en la vida diaria.
El segundo ejercicio se trata de la movilidad y la estabilidad. Puedes practicar el "ejercicio de la silla", ya que la capacidad de sentarse y levantarse de una silla sin usar las manos refleja la fuerza en las piernas y la estabilidad de las articulaciones.
Persona haciendo ejercicios con una silla.jpg
La clave está en evaluar indicadores concretos de salud como el VO2 max (cantidad máxima de oxígeno que el cuerpo puede utilizar durante el ejercicio intenso), la fuerza muscular, la resistencia y el equilibrio.
Para hacerlo, ponte en una silla y levántate sin apoyar las manos ni balancearte. Repite 5-10 veces para evaluar tu estado físico. El rendimiento esperado según tu edad es:
- 20-30 años: 10 repeticiones sin descanso.
- 40-50 años: al menos 7-9 repeticiones.
- 60 o más: al menos 5-7 repeticiones.
Si esta acción te cuesta, deberás trabajar en ejercicios para ganar fuerza en las piernas y mantener una correcta estabilidad para prevenir caídas. En cambio, si lo pudiste hacer sin mayores dificultades, puedes subir el desafío y hacerlo con una pierna o con peso.