La psicología explica este mito y fundamenta cómo cambia el humor de las personas a medida que su edad aumenta
Psicología: ¿Las personas con la edad se ponen más "irritables"?
Es común pensar que a medida que envejecemos, nos volvemos personas impacientes y menos tolerantes con los demás. Sin embargo, la psicología le da un toque diferente a este popular estereotipo: ¿la edad, en realidad, nos vuelve más "Cascarrabias"?
Un estudio publicado en la revista Psychology Today, conducido por el psicólogo René Mõttus, de la Universidad de Edimburgo aclaró las dudas.
Con el paso del tiempo, se ha sostenido la creencia de que el envejecimiento trae consigo una tendencia a la irritabilidad. Se asociaba la vejez con la pérdida de tolerancia y la intensificación de características como el sarcasmo o el desdén hacia las nuevas generaciones.
Pero el trabajo de Mõttus, en el que participaron miles de personas mayores de diversas edades, desafía esta visión. En su estudio, el psicólogo y su equipo analizaron cómo los adultos mayores experimentaban y expresaban sus emociones en distintas etapas de la vida.
Contrario a lo que muchos podrían esperar, los resultados revelaron que, con el tiempo, las personas no solo tienden a reducir sus niveles de estrés, sino que también experimentan un aumento significativo en su amabilidad y en su disposición a experimentar emociones positivas.
Por lo tanto, el mito del mal humor cuando nos volvemos personas de mayor edad, no es tan cierto como se dice, según la psicología.
A medida que envejecemos, adquirimos una mayor sabiduría emocional. Las personas mayores, al haber vivido más experiencias, se vuelven más conscientes de lo que realmente importa en la vida y, por ende, desarrollan una mayor empatía y compasión hacia los demás.
En lugar de centrarse en los aspectos negativos o frustrantes de las situaciones, las personas con más edad tienden a valorar más las interacciones humanas significativas y a ser más tolerantes con las imperfecciones ajenas.
Además, muchos de los factores que podrían generar irritabilidad en la juventud, como las presiones laborales, las responsabilidades familiares o las preocupaciones sobre el futuro, disminuyen con la vejez. A medida que las personas se acercan a la jubilación o atraviesan la última etapa de su vida, su perspectiva cambia. Dejan de lado las preocupaciones diarias y, en lugar de eso, buscan disfrutar de la vida y las relaciones interpersonales.
Para la psicología, a medida que crecemos como personas tendemos a mostrar una mayor regulación emocional. Si bien es cierto que los cambios biológicos pueden alterar el estado de ánimo, lo que se observa en las personas mayores es una habilidad mejorada para manejar sus emociones, evitando los extremos de la frustración y buscando mantener la calma en situaciones desafiantes.