Empezó a estudiar Medicina por recomendación del padre pero reaccionó rápido y dio el volantazo porque sentía que lo suyo era el Derecho. Casi veinticinco años después de aquella decisión, Nancy Lecek es jueza de sentencia e integra el Tribunal Penal Colegiado 2 tras haber desempeñado diversos cargos en la Justicia.
Ingresó al Poder Judicial hace 17 años y su primer puesto estuvo en el Registro de la Propiedad, a cargo de Paula Alfonso. Sin embargo, Lecek estaba a punto de provocar otro giro en su vida porque lo suyo, dentro del sistema de administración de justicia, era el Derecho Penal.
Más precisamente la investigación de los delitos contra las personas y sus bienes cometidos por otras personas. Y estaba decidida a trabajar en ese rubro. Para hacer justicia desde ahí.
Así consiguió el traslado a la justicia de instrucción y fue prosecretaria del recientemente creado Décimo Juzgado, que estaba a cargo de Manuel Cruz Videla. Corría el año 2002.
Al año siguiente, participó activamente de la investigación judicial de uno de los casos criminales más estremecedores de los últimos años, y que todavía sigue impune: el crimen de la profesora Alicia Ester Mora a cuchilladas, en su casa de Maipú, tragedia por la cual estuvo preso el hijo, quien fue liberado tras el juicio.
La muerte de Bolognezi, eternamente impune
La guía del Poder Judicial indica que la jueza se apellida Lecek Suárez y ella niega tener parentesco alguno con los Suarez, Rodolfo y Ulpiano, que desde esta semana gobiernan Mendoza y la Ciudad desde los edificios vecinos a su despacho en el tercer piso de los tribunales.
Es la única integrante de una familia numerosa que se inclinó por el Derecho.
Nació en 1977 cuando la dictadura militar estaba a pocas horas de cumplir un año en Argentina.
Trabajó en la Unidad Fiscal de Delitos Complejos en varios casos resonantes. Ya como fiscal de Cámara trabajó sobre el crimen de José Luis Bolognezi (19), ocurrido en San Martín en 2002, caso definitivamente impune desde 2015 por prescripción de la acción penal luego de dos juicios.
En 2009 Lecek participó del primer debate y pidió penas de prisión para los acusados, Abdo Girala y Carlos Metralleta Pérez, quienes fueron absueltos por decisión del tribunal.
Así hablaba Lecek en una entrevista de la época.
Aquel fallo fue anulado por la Suprema Corte, que consideró que el tribunal había resuelto equivocadamente para favorecer a los acusados, lo que indirectamente le daba la razón a Lecek.
Hoy, una década después, la magistrada recibe a Diario UNO en su despacho y cuando habla del caso, en el que intervino a pedido de la Procuración de la Corte, entrega una frase que suena a sentencia.