Sucede que, durante el proceso de secado, las propiedades aromáticas de las cáscaras de naranja se potencian notoriamente, convirtiéndose en un recurso natural con múltiples beneficios para tu hogar.
Uno de ellos es, por ejemplo, el hecho de que las cáscaras de mandarina pueden ser un gran ambientador natural. El aroma cítrico de las cáscaras secas puede refrescar cualquier ambiente y, de hecho, muchos deciden colocarla sobre la estufa.
La vitamina C y otros antioxidantes mencionados anteriormente pueden ser más accesibles al secar la cáscara. Es decir, luego de exponer la cáscara de mandarina al sol, puedes utilizarla para beneficiar tu salud.
Una de las formas de hacer lo anteriormente mencionado es mediante la creación de infusiones y tés, ya que esta fruta eleva el sabor de las bebidas.
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Colocar cáscaras de mandarina en el sol: por qué recomiendan hacerlo y para qué sirve
El aroma de las cáscaras de mandarina secas también actúa como un repelente natural para ciertos insectos. Por eso, deben ser colocadas cerca de ventanas o puertas.
Por último, y no menos importante, tienes que saber que las cáscaras de mandarina también pueden ser utilizadas en el mundo de la gastronomía una vez que hayan pasado por el proceso de secado en el sol.
Cómo preparar un té de cáscara de mandarina
Si decides utilizar las cáscaras de mandarina en beneficio de tu cuerpo, una de las mayores formas de consumo se encuentra en la preparación de este delicioso té. Los pasos a seguir son los siguientes:
- Lava las cáscaras cuidadosamente para eliminar residuos.
- Déjalas secar al sol o utiliza el horno a baja temperatura durante 2-3 horas.
- Hierve el agua y agrega las cáscaras secas.
- Cocina a fuego bajo por 5 minutos, apaga y deja reposar otros 5 minutos.
- Cuela el líquido y endulza al gusto.