¡No lo sabía!

Argentinidad al palo: el invento argentino que cambió la historia de la cocina y deleitó al mundo

Este invento nació por casualidad en el siglo XIX para transformarse en el manjar criollo más irresistible del planeta y símbolo nacional

Hay inventos que pasan desapercibidos, pero que cambian el rumbo de la vida porque la hacen más fácil y rápida. En la década de los 80, surgió un invento que cambió para siempre el mundo de la cocina y de disfrutar sus recetas. No fue una máquina sofisticada ni un hallazgo espectacular, pero su impacto en el mundo es incuestionable.

Existe una larga lista de personalidades argentinas reconocidas por su ingenio y creatividad a la hora de inventar soluciones. En esta nota te contamos sobre un invento nacional, que surgió de la mano de argentinos en su suelo natal, argentinos residentes en otros países o incluso, extranjeros que encontraron en nuestro territorio la inspiración para innovar.

Este invento data del año 1829, aproximadamente luego de que la leche para el mate se quemará en el fuego. A partir de allí nació una de las recetas más únicas que distingue la argentinidad: el dulce de leche.

El dulce de leche: el invento argentino que cambió el mundo de la cocina y las recetas

dulce de leche
El dulce de leche es una receta que nació por error y que sin querer queriendo se transformó en una de las recetas e ingredientes más utilizados en el país y en el mundo.

El dulce de leche es una receta que nació por error y que sin querer queriendo se transformó en una de las recetas e ingredientes más utilizados en el país y en el mundo.

Argentina es tierra de grandes inventos, pero pocos lograron trascender fronteras y conquistar corazones como el dulce de leche, una creación que, más allá de su sabor, representa la identidad y el ingenio de todo un país.

Su origen se remonta al siglo XIX, en plena época de la Confederación Argentina. La leyenda más popular cuenta que en 1829, en la estancia “La Caledonia”, una criada estaba preparando leche con azúcar caliente para servirle al general Juan Manuel de Rosas. Sin darse cuenta, olvidó la mezcla al fuego, y al regresar descubrió una pasta espesa, dorada y de sabor exquisito. Así, casi por accidente, había nacido el dulce de leche.

En lugar de desechar el producto, su sabor agradó a Rosas y se cuenta que compartió el nuevo dulce durante una reunión con el General Juan Lavalle mientras discutían los principales puntos del Pacto de Cañuelas, que buscaba detener la guerra civil que asolaba la provincia de Buenos Aires.

Con el paso de los años, esta delicia se transformó en un emblema gastronómico nacional, presente en postres, alfajores, helados y tortas. Su textura cremosa y su sabor único lo convirtieron en uno de los productos argentinos más exportados del mundo. Hoy se lo disfruta no solo en América Latina, sino también en Europa, Asia y Estados Unidos, donde es considerado un producto gourmet.

dulce de leche (1)
El dulce de leche es el dulce más característico de Argentina. Nos gusta usarlo para todo, como rellenos de tortas, facturas, alfajores, e incluso hay mucha gente que no puede resistirse a una cucharada directamente desde el pote.

El dulce de leche es el dulce más característico de Argentina. Nos gusta usarlo para todo, como rellenos de tortas, facturas, alfajores, e incluso hay mucha gente que no puede resistirse a una cucharada directamente desde el pote.

Además, el dulce de leche fue reconocido por el Mercosur como Patrimonio Cultural Gastronómico del Río de la Plata, reforzando su importancia en la identidad culinaria regional.

Receta de dulce de leche

  • Leche 1 litro
  • Azúcar común 200 g
  • Jarabe de glucosa 80 g
  • Bicarbonato de sodio 0,5 g
  • Esencia de vainilla 0,3 ml

Primero hay que calentar todos los ingredientes juntos en una olla a fuego medio, removiendo constantemente. Una vez que el azúcar se disuelva, bajar el fuego e ir revolviendo cada cierto tiempo por aproximadamente 2 horas. No debe romper hervor. Revolver con una cuchara de madera.

Si en algún momento la preparación hierve, retirar del fuego mientras se sigue revolviendo y cuando se logre bajar la temperatura se puede volver al fuego. Una vez que la preparación se vuelva más espesa, se debe tener mayor cuidado y revolver constantemente para que no se pegue ni se formen grumos.

Cuando se consiga una consistencia similar a la de un postrecito o natilla, retirar del fuego. Se debe seguir revolviendo por 10 minutos más, hasta que se enfríe. Va a espesarse un poco más. Una vez frío, guardar en frascos y refrigerar o esterilizar.

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