Estas especies no solo sobreviven a la sequía, sino que brindan sombra sin dañar las veredas, uno de los mayores problemas del arbolado urbano.
Según el Manual de Jardines Xerófilos de la Ciudad de Mendoza y los estudios de CONICET Mendoza, las especies nativas presentan mejor desempeño frente al estrés hídrico y menor impacto estructural en zonas urbanas.
5 especies recomendadas para veredas en Mendoza
1. Algarrobo dulce (Prosopis flexuosa)
Originario del Monte mendocino, es uno de los más resistentes a la sequía. Su raíz es profunda, no superficial, por lo que no suele levantar la vereda. Es muy utilizado en forestaciones oficiales.
2. Acacia visco
Recomendada por proyectos de recambio de arbolado urbano del CONICET. Su consumo de agua es bajo y tolera altas temperaturas. Su porte medio la hace ideal para frentes de casas.
3. Chañar (Geoffroea decorticans)
Muy resistente al calor, al suelo pobre y al estrés hídrico. Además, su raíz no es agresiva. Aporta floración y biodiversidad local.
4. Sauce criollo (Salix humboldtiana) —en veredas amplias
A diferencia del sauce llorón, esta especie nativa tiene raíces más ordenadas. Ideal para zonas con acequias activas, muy características de Mendoza.
5. Maitén (Maytenus boaria)
No es nativo, pero se adapta muy bien al clima mendocino. De crecimiento lento y raíces estables, recomendado para veredas pequeñas o medianas.
Plantar especies no aptas, como ficus o eucaliptos, puede generar roturas costosas y un uso de agua insostenible, advierten técnicos del municipio.
Con la crisis hídrica que atraviesa Mendoza, cada elección de árbol a plantar importa. En barrios y ciudades donde la escasez de agua es la norma, elegir mal la especie puede provocar veredas levantadas, rotura de cañerías y un consumo de riego insostenible.
Pero existen especies locales y adaptadas que prosperan incluso en temporadas de sequía severa y brindan sombra sin dañar el entorno urbano.





