- Ajos pelados
- Sal marina
- 3 tazas de agua
- 1 taza de aceite vegetal
- 1 taza de vinagre blanco
- Orégano fresco
- 3 hojas de laurel
- Frasco de vidrio
El primer paso es colocar el agua a hervir y luego agregar el vinagre blanco. En otra olla deberás poner a calentar el aceite vegetal junto con las hojas de laurel y el orégano. A continuación, al agua con vinagre deberás sumarle los dientes de ajo pelados y la sal marina. Calienta todo durante unos 3 minutos.
Pasados los 3 minutos, retira los ajos de la olla ayudándote con un colador o con un tenedor y colócalos dentro de un recipiente de cristal. Añade en el frasco el aceite, las hojas de laurel y el orégano. La idea es cubrir los ajos con el aceite. En caso de que falte más, rellena con aceite sin calentar.
Tapa el envase o recipiente de vidrio y ponlo a hervir en una olla con agua. El frasco tiene que estar tapado todo el tiempo. Deja hervir el envase en el agua durante unos 20 o 30 minutos y luego podrás retirarlo con la ayuda de una tenaza, un repasador o lo que prefieras.
De esta manera habrás conseguido en poco tiempo una conserva de ajos y ya podrás comenzar a usarlos en tus diversas preparaciones culinarias. Recuerda también que en el frasco puedes agregar granos de pimienta o lo que prefieras para condimentar.