A ellos se sumarán seguramente los socios del PRO, que si bien no sacan los pies del plato dentro de la coalición gobernante, están en plan de fortalecerse territorialmente, y ven a Alvear como terreno fértil para sembrar ese crecimiento. En esa búsqueda hay quienes ven al ex director de la Cámara de Comercio, Andrés Vavrik, como un posible candidato de ese espacio.
Como integrante de ese grupo de intendentes radicales que se fortalecieron en sus comunas y lograron reelegirse en el 2019, Marcolini sabe que le quedan 20 meses de gestión al frente de la comuna y que luego, por iniciativa de su líder político Alfredo Cornejo, no podrá volver a comandar la intendencia.
Walter Marcolini, junto a Tadeo García Zalazar y Alfredo Cornejo.webp
Por eso, cuando alguien le pregunta por un sucesor disimula, pero mira de reojo a sus cuatro secretarios, porque es consciente de que sólo en ellos puede confiar para legarles la responsabilidad de continuar con su línea de gestión.
Ellos son los que pasaron el cedazo que el intendente puso en diciembre del año pasado cuando le pidió la renuncia a su gabinete y renovó su equipo, luego de ganar las elecciones por un margen muy inferior al que pensaban tener los radicales en esa comuna. "Yo tengo la responsabilidad de asegurar que el próximo gobierno de Alvear sea radical", resume escuetamente, pero es consciente de todo lo que esa frase conlleva.
Sabe que para el radicalismo es clave conservar Alvear, en este caso no por el impacto que pueda tener en el caudal de votos, sino por lo que representa estratégicamente en el equilibrio de fuerzas políticas en el Sur provincial: el PJ tiene asegurado el control de San Rafael históricamente y a los correligionarios "les toca mantener y asegurar el control de Alvear y Malargüe", asumen por lo bajo.
Sin embargo, aunque deba inquietarlo internamente, hacia afuera se muestra confiado en lo que sembró en estos más de 6 años que de gestión "en los que apostamos al crecimiento económico y al desarrollo sustentable, a través de la obra pública, la educación, la ciencia y la tecnología como ejes centrales", apunta.
Un desarrollista empedernido
No lo dice abiertamente, pero este licenciado en Ciencias Políticas, profesor universitario y enólogo, se ilusiona con que en su Alvear natal lo recuerden como un desarrollista, aunque claro no se imagina lejos de la vida política.
Por eso, en este último tramo pretende afianzar aquello que fue gestando años anteriores. Sabe que uno de los dilemas clave a resolver es la dependencia de alimentación energética, que hace que cada vez que hay tormentas en la zona del Nihuil, en San Rafael, Alvear se queda sin esa energía.
"No hay proyecto industrial sin que se pueda resolver lo energético por eso la próxima semana nos reunimos con Andrea Molina, la titular del EPRE, por una obra que buscará hacer un cierre de anillo eléctrico de 132 KW para Alvear. Eso es la puerta para todo lo demás, después vamos a apostar a la obra pública y a la vivienda, vamos a construir un complejo de 66 viviendas con el IPV y hay 90 más en ejecución, además de una ambiciosa obra de asfalto para la que pedimos una autorización de endeudamiento por $112 millones que ya otorgó el Concejo Deliberante", repasa.
Pero es claro que la obra más emblemática que tiene su sello es la del Polo Educativo, que tendrá una inversión de $1.000 millones, y que incluye cuatro edificios educativos, que contendrá la creada UGACoop, la Cooperativa de Provisión de Servicios de Enseñanza para educadores y agentes afines a la Educación, que ya tiene carreras terciarias como mecatrónica, diseño de indumentaria y biotecnología, cada uno con su respectivo laboratorio. El anhelo de la gestión es convertirlo en una "ciudad educativa".
"En pandemia no teníamos un laboratorio de biología molecular y todas las muestras del Sur tenían que viajar todas las mañanas en camioneta al hospital Lencinas de Godoy Cruz, lo que retrasaba todo y nos generaba un problema enorme. Por eso cuando el gobernador hace el laboratorio de biología molecular en San Rafael, gestionamos lo necesario para traer el equipamiento y transformar el laboratorio que teníamos en la UGACoop para que fuese de biología molecular y hoy los PCR se procesan acá", contó Marcolini.
El intendente Walther Marcolini recorre el predio donde se emplazará la planta junto a los integrantes de Gigawatt Global y Ledesma Petro Energía
En esa cooperativa educativa también está previsto desarrollar un proyecto de "Energía Distrital Térmica", por el que General Alvear fue el único municipio de la Argentina seleccionado por Naciones Unidas y el Centro de Eficiencia Energética de Copenhague, Dinamarca.
Se trata de un sistema de producción y distribución centralizado de energía térmica, de frío o calor, que se alimenta de energías renovables, energías residuales, energías a partir de basura y de energías de cogeneración (aprovechan calor residual de una usina por ejemplo). Según aseguran en Alvear, este sistema trae beneficios como disminuir los costos de pago domiciliario y público de calefacción y refrigeración, reducir emisiones de material particulado, disminuir manifestaciones de sustancias agotadoras de ozono y aumenta la eficiencia energética.
Diversificar la matriz productiva de Mendoza con la mira puesta en el Sur
Fiel a la férrea defensa que su pueblo hizo de la ley minera 7722 cuando se la intentó modificar en 2019, Marcolini sólo imagina que Mendoza puede diversificar su matriz productiva haciendo minería dentro de los límites que define esa norma.
"Hay que insistir con Potasio Río Colorado y también con las minas de Hierro Indio, pero haciendo extracción por electromagnetismo. Son dos proyectos que podrían darnos un desarrollo importante. No hay que olvidar que Hierro Indio podría aportar el 33% del mineral de hierro que hoy importa la Argentina" comienzó diciendo para aportar datos que muestren que la provincia puede crecer mirando al Sur.
Y en esa línea de pensamiento desarrolló otras opciones que ponen a General Alvear en el centro de un futuro desarrollo provincial.
"Mendoza tiene una cadena cárnica totalmente deficiente, y a eso hay que apuntar. Hoy tenemos los acueductos ganaderos y eso ayuda bastante, pero tenemos que ir hacia la producción de proteína para que podamos crecer en la producción para el mercado interno. Así como hizo San Rafael con la producción de alfalfa, y está haciendo también Santa Rosa, hay que pensar en esa producción como un camino, por eso nosotros lo hemos planteado en el programa de Alvear para el 2030", se proyectó.