Al presidente Javier Milei le faltaron en su adolescencia y juventud, fogones, tertulias, peñas, chayas, rodeos y vino en bota. Caminar una finca del Este mendocino o del Sur, sentir los aromas de frutos rojos en la Patagonia o llenarse de tierra en una plantación de papas tucumana.
Se picó y no cebolla entre Milei, Cornejo, Brega y los Félix en tierra peronista
Buscaron estratégicamente desairar al intendente Félix y al presidente de la cámara, Gabriel Brega, quien tuvo que asumir resignado que ni Milei ni el gobernador escucharían su discurso
Ni hablar de tomarse un mate con misioneros en alpargata de yute o cantarse una zamba en Salta con empanadas hechas en horno de barro. Reírse con amigos mirando la cordillera una tarde de enero o jugarse un picadito con una pelota hecha con medias de la abuela.
Milei no logra conectar con la idiosincrasia de la tierra que dirige y eso no le ha impedido ser presidente de una Nación tan variopinta. Y más, -notablemente- logra conectar con mucha gente que lo espera para tocarlo, para verlo o para, el sueño del pibe, sacarse una foto con él, con Karina y hasta la semana pasada con Espert. Resta saber si eso es una burbuja de la que solo usufructúa él o si la puede transmitir a sus candidatos.
Redes sociales santas
Forma parte de una manera de hacer política tan antipolítica que eso, sumado a la bronca de la gente con los políticos y aumentado con la lupa de las redes sociales, le regaló en 2023 el sillón de Rivadavia.
También lo convirtió en un presidente “único”. Hasta Mauricio Macri comió empanadas en el campo y Fernando De la Rúa usaba pañuelos en el cuello cual ganso mendocino, aunque era cordobés.
Cueca, dorados y chamamé
El jueves pasado, Milei visitó Mendoza con tono electoral y cuando todo indicaba que se centraría en el tradicional Almuerzo de las Fuerzas Vivas de San Rafael, el protocolo del presidente cambió y sumó una parada en el Gran Mendoza animándose a caminar unos metros por la mítica peatonal capitalina.
La estrategia mileísta se centra en fortalecer y fidelizar al voto en Mendoza, Entre Ríos y Chaco, tres distritos clave cuyos gobernadores son aliados del presidente en estas elecciones y que juntas sumon 3,5 millones de electores: más que Córdoba, el segundo distrito más importante del país después de la provincia de Buenos Aires.
De lograr una buena victoria en esas tres provincias, conseguiría tener su propia Córdoba o Santa Fe que esta vuelta se presentan mucho más difíciles que en 2023, cuando lo acompañaron masivamente consagrándolo presidente.
También son un alivio para Milei, porque si bien los gobernadores de esas provincias, Martín Llaryora y Maximiliano Pullaro son aliados entre ellos, no sumarán para el peronismo sino para una tercera vía que une a varias provincias grandes y pequeñas. Digamos todo.
Aplaudidores de lujo
Esa mano invisible será clave para el presidente porque difícilmente logre dar vuelta la provincia de Buenos Aires donde el 7 de setiembre recibió mansa paliza de parte del peronismo.
La Ciudad de Buenos Aires también podría darle una alegría y eso, sumado a la tríada de la que hablamos más arriba, reforzaría la posibilidad de lograr un triunfo a nivel nacional que sería determinante para que pueda caminar los dos años que le quedan de mandato con algo de tranquilidad.
Alfredo Cornejo le hace la claque y la segunda políticamente. En el almuerzo sanrafaelino abundaron los aplaudidores cercanos al gobernador que batieron palmas durante su discurso y el del presidente hasta quedar con las manos rojas y sin reparar demasiado en el contenido de lo que decían.
Cornejo fue ampuloso en sus frases del tipo “presidente, cuenta con Mendoza para todo lo que haga falta” y no faltaron ni en su discurso ni en el de Milei las referencias al “populismo que destrozó todo” o que nos dejó “en el subsuelo”.
Del Valle de Uco al Valle Grande
Lo dicen en San Rafael, donde gobierna el peronismo ininterrumpidamente desde 2003 pero donde también se le dio un respaldo enorme a Milei en 2023. Cuando llegó el turno del presidente de dar su discurso, muchos se miraban porque parecía hablarle al Valle de Uco –región de Mendoza que nombró varias veces—: la palabra “sur” estuvo muy ausente entre las páginas que leyó.
Hubo otros pasos de comedia en su visita que dejaron a varios estupefactos. Hubiera podido presenciar todos los discursos: el del presidente de la cámara anfitriona Gabriel Brega y el del intendente local Omar Félix, pero entró al salón principal donde se desarrollaba el almuerzo recién cuando le tocó el turno a Cornejo para estar seguro de que escucharía solo al que lo trataría como un rey.
Así lució todo, él y su hermana Karina se mueven con aires de monarcas. Más de una decena de vehículos entre motos y camionetas formaron parte de la caravana presidencial que trasladó por 9 kilómetros al presidente desde el aeropuerto de San Rafael hasta el Parque Juan Perón, donde está emplazado el Centro de Congresos Alfredo Bufano.
En la piecita de al lado
Se mantuvo encerrado con su hermana, Cornejo y Luis Petri en una sala contigua al salón donde se llevaba adelante la comida. Buscaron estratégicamente desairar al intendente Félix y al presidente de la cámara, quien tuvo que asumir con resignación que ni el presidente de la Nación ni el gobernador lo escucharían en su discurso.
No fue por cuestiones de tiempo, se lo hicieron saber a Brega temprano ese mismo día: el presidente no estaría presente ni cuando hablase él ni cuando lo hiciese Félix, solo escucharía a Cornejo. Fue una estrategia.
En 2023 el estilo gritón y bravucón le dio un enorme, aplastante podríamos decir, triunfo en todo el país. Las cosas en 2025 han cambiado. Veremos si esos cambios son evaluados manito para arriba o manito para abajo el próximo 26. Recién ahí podremos saber cuánto rinde todavía el estilo enojón y confrontativo que insiste en cultivar Milei.









