“Empezaron mandando a supervisores del Este, siguieron en escuelas de la zona Sur y más tarde en el Gran Mendoza. Si no se hace a través del consenso, tendremos que salir a las calles a reclamar como ya lo hemos hecho. Habrá que definir dónde nos paramos como sindicato”, avisó la dirigente gremial cercana al peronismo.
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Salarios, horas extra en las escuelas y las evaluaciones locales; tres puntos que vuelven a enfrentar al SUTE con el Gobierno.
El proyecto de ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, alteró más los ánimos en una relación que está tensa de por sí. A este malestar por la idea de agregar una hora (o media, ya que Mendoza ya tiene más clases que el resto del país), se suma el malestar por la puja salarial y por las evaluaciones de desempeño que implementará la provincia.
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Desmentida de la DGE y pruebas piloto en las escuelas
Pero en los equipos de Thomas desmintieron casi por completo esa versión. Confirmaron que sí hubo charlas al respecto con personal educativo, pero negaron que hubiesen sido por mensajería instantánea. Al contario. Según apuntaron a Diario UNO, las consultas se hicieron por los canales institucionales que correspondían.
“José no ha enviado nada. Sí se juntó con la mesa provincial de Educación, que es el ámbito de trabajo de la inspectora general y donde se discute con las direcciones regionales”, replicaron ante la consulta de este medio. “De cualquier manera, entendemos lo que plantea el gremio y avisamos que el diálogo nunca se cerró; está abierto”, plantearon.
Lo que no discuten es que la idea avanza aún a pesar del sindicato. La consulta puntual, que tanta polémica generó, fue lanzada hace menos de 10 días a las cuatro subregiones de la provincia. La información que la DGE busca aunar en poco tiempo (y que le será más fácil de lo normal, gracias a su propio acopio de datos en el sistema GEM) es cuántas escuelas están capacitadas para sumar más horas y cuántas le bajan el pulgar.
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A fines de febrero, uno de los mejores momentos de la negociación. Días después vino el acuerdo en paritarias, algo que ambas partes no lograban desde hacía años.
Pero la decisión en Mendoza es dar curso a la idea de Perczkyk. Como entienden sus complicaciones -e incluso las señalaron apenas se dio a conocer el proyecto-, la intención es ponerla en práctica a través de pruebas piloto: que algunos colegios apliquen los 30 minutos extra y otros no. Y a partir de esa experiencia, evaluar si existe un resultado positivo o si, por el contrario, genera más complicaciones que ventajas.
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No saben cuánto pedirán de aumento
Según la DEIE, la inflación en Mendoza durante el primer trimestre del año acumuló el 15,4% de incremento. Con esos números en la mano es que el sindicato pidió este domingo 1 de mayo sentarse a negociar otra vez con el Ejecutivo. Como el Gobierno necesita incluirlos en el debate para ampliar el horario -al menos así estaba planteado desde el principio-, los trabajadores quieren aprovechar y que ambas discusiones sean casi al mismo tiempo.
Sin embargo, no saben cuánto pedirán de aumento. Por ahora la postura sólo marca que habría una pérdida del 2% en el poder adquisitivo de los trabajadores y que necesitan adelantar la instancia revisora prevista para septiembre. Una marcha atrás que llega a sólo dos meses de haber acordado una paritaria calificada como "histórica" por algunos involucrados, ya que Gobierno y sindicato venían fracasando en sus negociaciones, terminando durante años con aumentos por decreto.
“No tenemos un número, esa es la verdad. Primero queremos charlarlo con los trabajadores. Sí es claro cuánto urge adelantar la revisión paritaria, eso es indiscutible”, apuntaron desde la sede gremial en calle Rioja. Era en septiembre, pero la queremos para mayo. Para estos días”, dijeron. El domingo, el ministro de Gobierno, Víctor Ibañez fue claro en su intención de no mover ese proceso y dejarlo en el último trimestre del 2022.
En contra de las pruebas Aprender y las evaluaciones provinciales
Otro punto en el que el gremio mostró su pesar es el anuncio de que la DGE tendrá sus propias evaluaciones de desempeño. Para este 2022 estarán focalizadas en la lectoescritura y, específicamente, en la comprensión de textos (una de las capacidades que más escasea en las aulas argentinas). Se oponen por diversos motivos, aunque uno de los principales parece ser el formato de los exámenes, que les parecen insuficientes para demostrar el saber verdadero de los alumnos.
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Mendoza planea tomar dos evaluaciones propias, además de instaurar las pruebas Aprender que se aplican en Nación. El instrumento local examinará en lectura y escritura, apuntando a chicos de Cuarto Grado de Nivel Primario y Segundo Año de secundaria.
“Hay tres tipos de chico en cada curso: está el de trayectoria regular; el de trayectoria débil -que le cuesta un poco más-, y está el chico incluido (que tiene certificado de discapacidad y, por lo tanto, debería tener un apoyo específico y adecuado). Con estos instrumentos estereotipados, hacés una lectura incompleta. Invisibilizás gran parte de la tarea que el docente hace en la diaria”, analizó Sedano.
Desde el SUTE realizaron una contrapropuesta. Que las evaluaciones se hagan, pero con formas distintas y empleadas durante la tarea diaria de los estudiantes y no a través de herramientas a las que califican como “punitivas”. Sin embargo, también admiten que un mecanismo capaz de medir desempeños en el día a día, y de manera tan heterogénea, es casi imposible para una provincia con casi 450 mil alumnos.
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