El Código de Contravenciones de la Provincia de Mendoza establece multas y hasta la posibilidad de sancionar con el arresto a padres de alumnos que falten a la escuela de manera reiterada e injustificada. La DGE recordó que la norma está vigente.
El Código de Contravenciones de la Provincia de Mendoza establece multas y hasta la posibilidad de sancionar con el arresto a padres de alumnos que falten a la escuela de manera reiterada e injustificada. La DGE recordó que la norma está vigente.
"Hay un 6% más de ausentismo que antes de la pandemia", aseguró José Thomas, director de la Dirección General de Escuelas (DGE) en radio Nihuil. Ese número sirvió para justificar la aplicación de las sanciones que están vigentes para responsables de menores de edad que incurran en inasistencias y también para aquellos que no cumplen con el horario de retiro de los alumnos.
Las multas para padres pueden ir desde los $10.800 hasta los $81.000, el arresto ser de hasta 15 días o el trabajo comunitario de hasta 20 días.
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En una escuela de la Ciudad de Mendoza, las autoridades escolares recordaron a los responsables de los menores la existencia de las contravenciones y sus sanciones con este mensaje que colocaron en la puerta de la institución:
Hay dos artículos del Código Contravencional sancionado en 2018 sobre los que no muchos están al tanto. Se trata de aquellos que establecen sanciones para los padres de alumnos menores de edad que faltan a la escuela y también para aquellos que no los retiran en el horario correcto.
El artículo 99 de la norma es el que habla sobre la "Inasistencia de alumnos menores de edad a establecimientos educativos".
"Los padres, tutores o curadores de alumnos menores de edad que, de manera reiterada e injustificada, los hagan incurrir en inasistencias a los establecimientos educativos durante el ciclo lectivo, serán sancionados" con multa, arresto o trabajo comunitario.
Los valores de las multas van desde 600 U.F., es decir $32.400, hasta un 1.500 U.F., lo que equivale a $81.000.
El arresto puede ser de hasta quince (15) días, y el trabajo comunitario de hasta veinte (20) días.
El artículo 100 agrega sanciones por la "omisión de cumplimiento de compromisos asumidos con los establecimientos educativos".
Puntualmente establece que los "padres, tutores o curadores de alumnos que, de manera reiterada e injustificada, omitieran los compromisos asumidos con los establecimientos educativos en relación al horario del retiro de los alumnos luego de finalizado el horario escolar y siempre que el hecho no constituya un delito serán sancionados con multa o arresto".
Esas multas pueden variar desde 200 U.F., es decir, $10.800, hasta un 1.000 U.F. ($54.000) o arresto desde 2 hasta 10 días.
"Las autoridades del establecimiento escolar deberán dar intervención a los organismos públicos de protección de derechos que correspondan, cuando los incumplimientos aludidos pongan en peligro la integridad o seguridad psicofísica de los alumnos", remarca la normativa.
El director de la DGE José Thomas ratificó la vigencia de la norma y la valoró en cuanto a la necesidad de la misma teniendo en cuenta los últimos números arrojados por el GEM: "No hemos recuperado los valores de presentismo de la prepandemia. Tenemos 6 puntos más de ausentismo".
"La cantidad de chicos que faltan más de lo que corresponde es muchísima", lamentó Thomas poniendo el foco en los padres dado que en los cursos más bajos, es decir en Nivel inicial y en primero, segundo y tercer grado de Primaria, se registraba a principio de año un 24% de ausentismo.
"Esa cifra hoy bajó a 20% en primer grado pero sigue siendo muy alta", dijo el director de la DGE.
Comparando los números pre y post pandemia, Thomas informó que en 2018, había un presentismo en primaria de 81,71% mientras que en el secundario era de 82,5%.
En 2022 esos números de presencia en la escuela bajaron: "Se registra un 70% en Nivel inicial, el 76,5% en Primaria y el 80,5% en Secundaria".
Que los números de ausentismo sean más altos a medida que los alumnos son más chicos da cuenta de la irresponsabilidad de los padres, que son quienes tienen a esa edad la tarea de llevarlos a la escuela en general.
"Desde la DGE creemos que se pueden revertir esos números mostrándoles los resultados académicos a los padres", dijo Thomas sobre las cartas a tomar en el asunto. "Un chico que falta menos de 15 días en el año está 20 puntos más arriba del que falta más de 15 días", agregó como ejemplo tomando la medida del censo de Fluidez lectora.
Para Thomas las causas son múltiples pero particularmente se dio un hecho postpandemia que alteró la rutina familiar: cambiaron las dinámicas de trabajo.
"Un padre que trabaja en la casa, un día que llueve o que es posterior o previo a un fin de semana largo, no manda a su hijo a la escuela", ejemplificó.
"La virtualidad es una medida para paliar un problema puntual pero los chicos aprenden en el aula con su docente", agregó Thomas.
La intención de la DGE es "volver al ejercicio sarmientino de ir todos los días a la escuela pase lo que pase".