Análisis y opinión

El día en que Argentina decidió cruzar el Rubicón junto a Milei, creyendo en la promesa de futuro

Nadie vio venir el voto a Javier Milei en las elecciones de este domingo. Sorpresa impactante en varios distritos. El nuevo poder de Alfredo Cornejo.

Ni un paso atrás. Y a cruzar el Rubicón como Julio César antes de Cristo, con todos los riesgos y consecuencias que ello podría acarrear. No importa nada más. El espaldarazo que recibió ayer el presidente Javier Milei en el país y en la peronista Buenos Aires explica que una parte significativa de la población eligió creer, sin mirar atrás.

Las encuestas volvieron a fallar. Nadie vio venir un triunfo oficialista de semejante peso específico. Los resultados sorprendentes se dieron en la Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Salta, Misiones, Neuquén, Río Negro, Chubut, Tierra del Fuego y Chaco; que junto a las victorias previsibles en Mendoza, CABA, San Luis, Entre Ríos y Jujuy terminaron edificando una victoria memorable.

javier milei elecciones festejo
En primer plano, el presidente Milei, Patricia Bullrich, Karina Milei y Diego Santilli.

En primer plano, el presidente Milei, Patricia Bullrich, Karina Milei y Diego Santilli.

¿Por qué pasó? Decantar el escrutinio no es sencillo. Lo primero que cabe establecer es lo siguiente: muy pocas veces en la historia electoral de la democracia recuperada, la gente fue tan “dueña” de su voto. Tal vez en 1983, o en las reelecciones de Menem en 1995 o de Cristina en 2011, o con el triunfo de Milei en 2023.

El voto asegurando la pelota

No importa tanto si ayer fue el voto anti K, el miedo al peronismo, el temor a la inestabilidad o a un estallido. Lo trascendente fue que al abrir las urnas el voto fue por Milei y su banda de candidatos ignotos por todo el país. El presidente fue el imán en todo sentido.

Hace dos años, la elección del “león” fue el voto contra la casta y la política tradicional. Fue el castigo. ¿Y ahora? ¿Es el escarmiento? Podría decirse que los argentinos se abstrajeron de encuestas, medios, analistas, cantos de sirena, admoniciones de las terceras fuerzas -y del miedo- y decidieron en una buena mayoría reafirmar su voto, porque creyeron en la promesa que bien expresó Alfredo Cornejo en el último día de campaña, cuando vino a Radio Nihuil y asistió al pase entre Primeras Voces y No Tenés Cara: "Si la macroeconomía anda bien, el metro cuadrado de la gente va a mejorar", dijo. A escala nacional, una porción de argentinos suficientes para ganar la elección, decidió creer esa promesa y cruzar el río.

¿Realmente la Argentina decidió dejar en el pasado la aventura kirchnerista de cuatro gobiernos desde 2003? ¿La advertencia permanente del regreso y la amenaza de Cristina libre? ¿Estamos ante un cambio de época? También Mauricio Macri ganó una presidencial y reafirmó su poder en las elecciones de medio término, para luego perderlo ante Alberto Fernández y su vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, hoy presa por corrupción. Fueron el peor gobierno de la historia.

Reformas necesarias

Para saber si estamos ante un cambio de época permanente, ante un nuevo rumbo que nos podría llevar al desarrollo, deben ocurrir reformas profundas.

La economía nacional no va a cambiar sin reglas claras, de país normal. Para ello deben acordarse, tratarse e implementarse al menos cuatro reformas profundas: laboral, previsional, impositiva, y educativa. Y eso, para empezar. Tales cambios deberán ser hasta el hueso o no van a funcionar. Aunque el presidente consiguió sobradamente su “tercio” para resistir juicios políticos, o aguantar el veto a leyes aventureras incluso sin aliados, para hacer cambios reales deberá construir consensos.

Cornejo en el concierto violeta

En el universo violeta hay que anotarle un “pleno” de magíster a Alfredo Cornejo. El gobernador de Mendoza ganó por escándalo en las elecciones locales en los cuatro distritos y en dieciséis de los dieciocho departamentos, asegurando en los últimos dos años de mandato poder y representación política suficientes como para impulsar reformas en una Constitución que ha quedado antigua en muchos sentidos.

Además, acuñó el triunfo más amplio del país para La Libertad Avanza, y sacó patente de aliado más firme de Milei.

cornejo festejando
Alfredo Cornejo en el búnker de campaña tras el aplastante triunfo de la alianza La Libertad Avanza + Cambia Mendoza.

Alfredo Cornejo en el búnker de campaña tras el aplastante triunfo de la alianza La Libertad Avanza + Cambia Mendoza.

En las últimas semanas, la Argentina parecía agonizante. “No tienen comida, dinero…. no tienen nada…” dijo el presidente de Estados Unidos Donald Trump cuando le interrogaron sobre la ayuda al país, a bordo del Air Force One, la nave oficial de POTUS. Anduvimos a los saltos con el dólar y los mercados por días interminables. Hace algunas horas nomás, a la mañana, había una cantidad inusual de clientes cargando nafta en algunas estaciones de servicios de Mendoza. Discretamente y por las dudas.

Pero tal parece que el domingo decidimos dejarnos operar a corazón abierto por un cirujano algo excéntrico, un poco inexperto y bastante maleducado del que no sabemos bien su praxis, pero que de algún modo inspiró confianza a muchos porque es distinto a los otros. La intervención es con todo. Sin anestesia, cosa de ver bien lo que pasa y vigilar las manos del médico y su bisturí. Un trasplante completo, un nuevo comienzo. Otra vida y una oportunidad.

A ver si ahora sí, somos capaces de encontrar el agujero del mate en este país condenado al puto éxito.