Asesino serial

Max Gufler: llamado "Barbazul", engañó, drogó y mató a varias mujeres, tras golpearlas o ahogarlas

Un asesino serial nacido en Austria, llamado "Barbazul", fue condenado a cadena perpetua por engañar, drogar y asesinar a varias mujeres a golpes o ahogándolas

Un asesino serial serial austriaco, Maximilian Gufler, más conocido como "Barbazul ", fue un femicida que mató a por lo menos siete mujeres, pero sólo fue condenado por cuatro crímenes, luego seducirlas, engañarlas, drogarlas y asesinarlas a golpes o ahogándolas.

Gufler, nacido el 1 de mayo de 1918, fue sospechoso hasta de 18 homicidios, motivado para hacerlo, según trascendió, por ataques de iras provocados tras ser golpeado por una piedra cuando tenía 9 años.

"Barbazul", quien recibió el mismo apodo que el hombre que engañaba a mujeres y luego las mataba, vivió una infancia muy violenta y esa ingrata situación pudo haber hecho impacto en la cabeza y podría haberlo marcado de por vida.

Crimen asesino condenado

Durante la Segunda Guerra Mundial, Max Gufler volvió a su casa luego de ser herido, pero esta vez con una ametralladora en la cabeza, cuando era conductor de ambulancia de la Wehrmacht (las defensas del régimen nazi) y se encontraba en la primera línea de fuego.

Ambas heridas sufridas en la cabeza y un visible deterioro físico y mental podrían haber motivados sus horrendas acciones, según consideraron los especialistas de la época.

Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, este asesino serial trabajó como vendedor de libros en Sankt Pölten, ciudad de la Baja Austria hasta que en 1951 conoció a la hija de un vendedor de tabaco con quien entabló una relación. En el kiosco de su suegro ofrecía a los clientes fotos pornográficas, las cuales estaban prohibidas, por lo que terminó detenido, al igual que el dueño del comercio.

Una vez liberado empezó con su ola de crímenes, al menos de los registrados por los investigadores, con un modus operandi particular: ponía anuncios matrimoniales para engañar a las mujeres, luego las seducía, las drogaba con ácido barbitúrico y las asesinaba golpeándolas o ahogándolas en distintos lagos para simular un suicidio.

En su primer crimen declarado, Gufler asesinó a una prostituta llamada Emilie Meystrzik, quien fue encontrada en 1952 con el cráneo roto en un albergue transitorio, llamado en ese entonces "Hotel del amor".

Este sujeto ya se dedicaba por esos tiempos a vender aspiradoras y perfeccionó su modalidad de estafa hacia las mujeres: les prometía matrimonio y las mataba en cuanto conseguía su dinero.

Gufler, quien se movilizaba en un automóvil DKW de color verde, llevaba a las víctimas de luna de miel y luego las anestesiaba con café y ácido barbitúrico para después ahogarlas inconscientes en lagos para simular un suicidio.

Poco tiempo después, en septiembre de 1958, una mujer llamada Maria Robas fue asesinada y la Policía logró conseguir muchas pruebas contra "Barbazul", por lo que fue detenido de manera urgente en Sankt Pölten, ya que los investigadores creían que había matado a 18 mujeres desde el final de la Segunda Guerra mundial.

En medio de la investigación, para poder condenarlo, los médicos forenses de Viena de aquel momento desarrollaron un nuevo procedimiento que permitía separar e identificar individualmente dos somníferos.

Crimen asesino auto

En ese sentido, Gufler fue acusado de cometer siete crímenes, pero la Justicia sólo pudo comprobar cuatro de ellos y dos intentos de homicidio ante el Tribunal Penal de Distrito de Viena, en un juicio por jurados.

"Barbazul" planteó padecer un grave traumatismo craneoencefálico, tras la piedra recibida a los 9 años y los balazos de ametralladora durante su permanencia en la Segunda Guerra Mundial.

Lejos de tener en cuenta sus argumentos respecto de esos problemas, la Justicia igual decidió condenarlo a cadena perpetua en mayo de 1961 porlos crímenes apuntados, aunque Max Gufler falleció en 1966 cuando estaba alojado en la prisión de Stein, en la ciudad austriaca de Krems an der Donau.

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