La justicia de Córdoba liberó al adolescente de 14 años que asesinó a Joaquín Sperani el pasado 29 de junio en Laboulaye, tras darle 18 golpes en la cabeza con un fierro y un pedazo de hormigón.
La justicia de Córdoba liberó al adolescente de 14 años que asesinó a Joaquín Sperani el pasado 29 de junio en Laboulaye, tras darle 18 golpes en la cabeza con un fierro y un pedazo de hormigón.
Se trata de "L", el mejor amigo de la víctima, que estaba detenido en un centro penal juvenil tras confesar que mató a Joaquín en medio de una "fuerte discusión".
La Corte Suprema de la Justicia de Córdoba justificó la decisión al sostener que la aprehensión infringía los derechos del niño en el marco del tratado que tiene Argentina.
Mariela Flores, mamá de la víctima, manifestó que la noticia fue "cómo un baldazo de agua fría", pero que suponía que iba a suceder: “En algún momento va a salir, él nos conoce bien y temo por la seguridad de mis otros hijos. Siento que la vida de mi hijo no vale nada, es como si se hubiese matado a un mosquito, y eso duele”.
“Nunca existieron los derechos para Joaquín. Mató y salió como si nada”, se quejó Flores.
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El menor se reintegró a su medio familiar bajo la guarda de sus padres, en una residencia ubicada en otra localidad, es decir, fuera de Laboulaye.
El Ministerio de Educación de Córdoba informó este martes que los directivos del colegio de Laboulaye donde asistía la víctima fueron apartados.
El adolescente falleció el 29 de junio de este año tras recibir 18 golpes en la cabeza con un fierro y un pedazo de hormigón por parte de su mejor amigo.
Por el aporte de las cámaras de seguridad y de la propia confesión del homicida, se comprobó que el joven le tendió una trampa y lo llevó hasta una casa abandonada para asesinarlo.
La familia denunció que el adolescente no había asistido al colegio, y de esa manera se inició con una investigación que concluyó el domingo 2 de julio cuando encontraron su cuerpo del menor dentro de la casa abandonada.
Casi un mes después del brutal crimen, el mejor amigo Joaquín confesó el asesinato y frente al juez de Control, Niñez, Adolescencia, Penal Juvenil, Violencia Familiar y de Género y Faltas reveló que “no tuvo intención” de matarlo.
"El chico hizo un relato en donde admite que participó solo, que no hubo participantes, que todo sucedió a partir de una fuerte discusión, que tomó un fierro y le pegó en la cabeza”, indicó Sebastián Ignacio Moro, juez de la causa.
Hace algunas semanas se dio a conocer que el agresor guardó una carta dentro de un peluche.
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Según se explaya en el informe, el principal homicida que estaba detenido en un centro penal juvenil, escribió en un papel el apellido de Joaquín y el nombre de otro chico junto con la frase “mamá pronto se olvidará de esto”.
Esta carta la guardó dentro de un peluche y meses después fue descubierto por lo que la familia de la víctima acrecienta la hipótesis de que otro compañero del colegio iba a ser el próximo asesinado.