En la conversación, Castex le preguntó a Gil Pereg por sus hermanos: "No, no conozco a mis hermanos. No conozco, no, no conocí a mis hermanos, no sé si tenía hermanos o si no tenía hermanos porque no me interesó nada. Solamente me interesó mi mamá, que yo la conozco a ella de nacimiento, ¡no conozco a nadie más! No conozco a hermanos, no conozco mi papá. No conozco a nadie. Estaba solo, y así estaba de niño y de adolescente. Y después de eso yo me fui a la universidad, y en la universidad también estaba solo, solo, solo, ¿pero ahí? ya no podía aguantar! ¡Estaba con otras con otras criaturas de dos patas, estaba adentro uno, un ámbito que estaban otras criaturas de dos patas y vi el feo! ¡Todo el mal, todo lo que hacen contra la naturaleza!".
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Mariano Castex, el experimentado psiquiatra forense que entrevistó a Gil Pereg.
Mariano Castex: O sea que sería que te diste cuenta de que eras gato de a poco o un buen día…
Gil Pereg: Por eso yo estoy llegando a ese punto para, para ¡yo quiero explicarte bien! ¡primero, viene del mundo del mundo de ustedes! El primer paso era que yo me di cuenta de que yo... imposible ser parte del mundo de ustedes. Del mundo de las criaturas de dos patas. Y eso me pasó, cuando yo estaba en la universidad, yo no puedo ser parte, parte, del mundo de ustedes. Que yo entendí, que estaba solo. Que toda la vida estaba solo, de la universidad, estaba solo, solo, solo (enfatiza) Pero…ahí en la universidad yo entendí que, no solamente que estoy solo, que no puedo ser ningún parte del mundo de ustedes, no puedo, no puedo, no puede ser parte, tengo que estar afuera del mundo de ustedes. Pero todavía no estaba gato en ese momento. En ese momento yo solamente estaba entendiendo, que no puedo ser parte del mundo de ustedes. Y ¡yo no sabía qué hacer conmigo! No sabía qué hacer con mi vida. Y después que yo terminé la universidad, yo me fui al ejército. Me fui al ejército. Y ¿Del ejército? Yo tenía un ahí yo tenía la quiebra total de mi cabeza. La quiebra total de mi cabeza, porque yo vi qué hacen en el ejército, la muerte que van y que matan! ¡Y que la sangre! ¡Y no les importa! ¡Y hacen Guerras! Y que lo único que les importa es la guerra entre las criaturas de dos patas y ahí…yo…me quebré la cabeza. Me quebré la cabeza y llegué a una situación urgente, urgente que ya no podía vivir más. No solamente que…que entendí, en la universidad yo entendí que no puede ser parte del mundo de las criaturas de dos patas. ¡¿Pero en el ejército?! Ya…me explotó la cabeza, totalmente y yo entendí, que no puedo vivir así, no quería vivir más, entonces…yo me fui, y hablé con el psiquiatra del ejército y salí del ejército. No podía aguantas más.
El israelí relató que luego de salir del ejército regresó a la casa de su madre, Phyria Saroussy: "Me volví a la casa de mi mamá, y metí en un solo habitación y no salí de la habitación durante seis meses. Durante seis meses que no salí de la habitación. ¡Ya me quebré totalmente…estaba en una “quiebra” total! Una quiebra total, no quería vivir, no quería vivir más, no estaba comiendo, estaba comiendo una o dos veces a la semana…todos los otros días estaba acostado ¡No puedo más! ¡No puedo más vivir en ese mundo!", expresaba Gil Pereg mientras lloraba en la entrevista.
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En el primer día de juicio, debieron sacar a Gil Pereg de la sala de debate por no dejar de maullar.
Foto: Gentileza Prensa Poder Judicial de Mendoza
Contó que en ese período que estuvo encerrado pensó muchas veces en quitarse la vida porque no aguantaba más. La única que lo cuidaba era su madre, quien impidió que se suicidara. Aseguró que sentía llorar a los animales en su cabeza, y sentía su cabeza separada de su cuerpo.
"Y ahí, yo estaba con la soga en la mano, y ahí yo tenía que decidir, o colgarme o tenía que pasar a otra vida. Y ahí yo entendí, vi como imagen en mi cabeza, que yo estaba arriba de la silla con la soga en mi mano, y yo vi imagen en mi cabeza de un gato, de un gato que hace miauu, miauuu. Y ahí yo entendí que, la única forma de ser un gato, que toda la vida que yo vivía hasta ese momento, echarla a la basura, y convierte en un gato. Y yo tomé la decisión en ese momento, que yo soy un gato. Y yo soy un gato, y nada más", agregó Gil Pereg.
Castex: ¿Eso fue en Israel, después del servicio militar, después de estar encerrado en tu casa, a los veintitrés años que tenías?
Gil Pereg: Eso fue a los veintitrés años, porque yo recuerdo mi edad, ahí es que yo termine todo, con mi vida anterior. Y yo me convertí en ser un gato, entonces, hasta ese momento, yo acordé mi edad, yo acordé mis estudios en la universidad, yo acordé todas las cosas que yo hice en mi vida. Pero como yo me convertí a ser un gato, me convertí en un gato, criatura gato, no otra cosa, entonces, ¿gatos? No acuerdan su edad, no cuentan sus años, gatos no conocen sus padres, o sus hermanos, o su otra familia. Los gatos conocen a su mamá y a sus hermanos gemelos. Nada más que conoce a eso. Por eso en este momento, que yo me convertí a ser un gato, yo me olvidé todo, me olvidé todo lo que estaba antes, me olvidé todo…dejé de contar los años, yo no conté más los años, mi edad, ya no tenía relevancia más mi edad, ya no tenía relevancia más si tenía un padre, ya no tenía más relevancia si tenía un hermano.
Telam, Mendoza, 21 de junio de 2019: La Justicia mendocina ordenó que Gilad Pereg (36), el hombre acusado de asesinar a su madre y a su tía israelíes en enero en la ciudad de Mendoza, sea sometido a un nuevo peritaje psiquiátrico que podrá ser presenciado
Gil Pereg con uno de sus gatos, en su casa de Guaymallén, antes de ser detenido e imputado por el asesinato de su madre y su tía en enero de 2019.
Este miércoles se llevará adelante la segunda jornada del juicio, en el cual Gilad Pereg afronta una imputación por asesinar a su madre y a su tía.